El secreto es la mezcla de las diferentes cocinas que conviven en el territorio.
Comenzando por la de sus viejos pobladores, mayas y aztecas, la de España y la norteamericana.
El chef juchiteco, Carlos Vladimir López, señaló «Hace no bastante más de 4, 5 años la comida mexicana como nosotros mismos la conocemos inició a tomar un poco bastante más de auge».
Destaca el pozole, la cochinita pibil, los chiles en nogada, las enchiladas, los tacos, la birria, las carnitas michoacanas, las quesadillas, las garnachas, tostadas, las tlayudas y el mole.
Donde se plantea que los originarios mezclaban una pluralidad de chiles con semillas, y jitomate para producir una salsa que se conoció como mulli que es un vocablo en náhuatl.
El mulli se sigue con carne de guajolote, pato o armadillo y se servía en rituales como ofrenda a los dioses.
Hay 40 tipos de moles ubicados a lo largo del territorio, en Oaxaca hay 7 versiones:
Los 7 moles de Oaxaca son: negro, amarillo, coloradito, chichilo, rojo, verde y manchamanteles
Marcos Trujillo, ciudadano de Juchitán, Oaxaca, describió, «la comida mexicana la preparan la mayor parte con productos de nuestra región, las manos mágicas por nuestras propias paisanas, por nuestros propios paisanos, que le brindan un sabor bastante particular.
Además de la gastronomía exquisita, hay bebidas que distinguen a nuestra región, como el Tequila, el Pozol, el Cacao, la Michelada, el café de olla y el mezcal, se convirtió en uno de los productos más representativos en México a grado universal, debido a que su carácter artesanal y su diversidad de presentaciones, lo convirtió en una bebida enormemente demandada a grado nacional y mundial.
Presidenta de «Féminas del Mezcal y Maguey en México», capítulo Oaxaca, afirmó que «bastante más de la mitad de las exportaciones de mezcal se permanecen yendo al extanjero y el primordial mercado es USA.