Dentro de la deliciosa gastronomía potosina, un platillo que sorprende a propios y extraños es el zacahuil, un tamal que se prepara en la región de la Huasteca.
Al sureste de la localidad de San Luis Potosí, empero que puede llegar a medir ¡hasta 5 metros de largo!
El nombre de este preparado en lengua náhuatl, significa: “zacate o con sabor a zacate”, y quizá se deba a las hojas con que antiguamente se cubría este guiso anterior a hornearse
Actualmente, el zacahuil es enroscado con hojas de plátano y se elabora con masa de maíz martajada, manteca de cerdo, carne de pollo (o guajolote) y porcino, y diferentes tipos de chiles y especias; todo se mezcla con la masa a medida que, al guiso, se le van colocando ciertos trozos de carne (de los dos animales) para luego, envolverlo con numerosas capas de hojas de plátano. Al final, el tamal se deja cocer en un horno de leña o en el texcal (horno que se cava bajo la tierra para elaborar el zacahuil)
Según varias cocineras del área, el zacahuil -ya preparado- se deposita en el texcal hacia la una o 2 de la tarde, “pero no se saca sino hasta las primeras horas del día siguiente”. Todo un ritual que vale la pena conocer para gozar todavía más del sabor y rica tradición cultural de este grande potosino
En los mercados de las distintas ciudades que componen la Huasteca lo tendrás la posibilidad de solicitar en pequeñas cantidades que no demeritan para nada el monumental proceso que siguen nuestras propias cocineras para ofrecer vida a un Zacahuil de la Huasteca.