«Thor: Amor y trueno» ya está en Cinebox Tampico. La cuarta entrega de la saga de Marvel Studios trae de vuelta al Dios del Trueno.
En la película el amor guía todas las acciones y, por allí, algo bueno deja.
«Thor: Amor y trueno» ya está en los cines. La cuarta entrega de la saga de Marvel Studios trae de vuelta al Dios del Trueno quien, tras autodescubrirse, regresa a la acción. Con una historia floja y anecdótica, la cinta podría compararse con la comida instantánea: dicha que se te mete por los ojos, te hace agua la boca al lucir suculenta, empero una vez que la pruebas sabe a todo y nada
Intentando encontrar agitar emociones a partir del primer minuto, el prólogo justifica la acción del villano quien pierde a su hija tras orar a unos dioses que parecen absortos en superficialidades. Para ofrecer cuenta de lo cual ha pasado en la vida de Thor, se cuenta a grosso modo lo cual ocurrió tras los sucesos de «Ragnarok» (la tercera película). La transición luce abrupta, sin embargo, emocionante, hasta que la trama comienza a enrevesarse y, lentamente, se desinfla
Y es que, en verdad, resulta extraño el tono que se le quiso ofrecer y que muta con su desarrollo. Por un lado, poseemos al film dramático que aborda el sufrimiento y el deceso. Por otro, el de acción que nos mete en cruentas batallas y escenas llenas de adrenalina. Después está el filme infantil, que parece ir orientado a los chicos puesto que son dichos los verdaderos protagonistas. Y para concluir el humor, que a ratos nos hace soltar risas con personajes como 2 cabras locas que con sus gritos tratan de sacarnos de tanto drama. Sin embargo, en sí, pareciera que todos permanecen aislados puesto que difícilmente se siente la conexión entre ellos.