Es el dilema frente a el cual está el Doctor Strange en “El multiverso de locura”, la nueva cinta de Marvel .
Los profesionales en psicología sostienen que ciertos de los más grandes sufrimientos de la vida permanecen involucrados no con lo cual le pasa al ser humano sino con la forma cómo reacciona frente a los sucesos que debería hacer frente. Justamente aquel es el dilema frente a el cual está el Médico Strange en “El multiverso de locura”, la nueva cinta de Marvel, ya hoy en las carteleras de todo el mundo.
(“Oz the Great and Powerful”, “Drag Me to Hell” y “Spider-Man” 1, 2 y 3) en el film, ser un maestro en Artes Místicas no libra al personaje interpretado por Benedict Cumberbatch de cargar con el peso de sus elecciones, aunque insista, frente a esos que lo juzgan, de que él hizo “lo que debía hacer para defender a nuestro mundo”.
El realizador y su equipo de trabajo merecen un justo reconocimiento por la historia que muestran, cargada no sólo de sólidas interpretaciones sino además de un ritmo frenético, que no desmaya, y un montaje y efectos especiales que no le brindan respiro hasta al más indiferente al género y, especialmente, a todo lo cual pasa en El Mundo cinematográfico de Marvel y en sus respectivos multiversos, que parecen no tener tiempo libre por dichos días. Mención aparte necesita al apartado de apariciones especiales. Bastante más de una dejará sin aliento al individuo sentado en la butaca. Ni dialogar de sus respectivos desenlaces.
Así como, además, a las causas sobre por qué, en cualquier sitio de su vivienda, descansan un premio Emmy y 2 estatuillas Bafta, entre otros galardones