La nueva serie ‘Caballero Luna’ de Marvel viene con las etiquetas de revolucionaria y lo jamás observado en materia superheroica.
Ya nos hemos acostumbrado a aderezar con una pizca de sal y escepticismo todo lo cual venga de Marvel. No solo no es viable que cada nuevo lanzamiento sea un previamente y un luego en el cosmos audiovisual que han construido, sino que ni siquiera aspira serlo.
La nueva serie ‘Caballero Luna’ viene con las etiquetas de revolucionaria y lo jamás observado en materia superheroica. Las primeras promos dejan de lado las capas y las máscaras para mostrarnos unas pesadillas paranoicas en las que Oscar Isaac tiene unos terribles trastornos de personalidad en los cuales puede estar implicado o no una especie de gurú interpretado por Ethan Hawke. Todo queda escondo bajo el manto del Caballero Luna, en una enrevesada historia de identidades saltarinas en las que además anda metido el dios egipcio Khoshu.
Hemos tenido ingreso a los 4 primeros episodios de la serie que esta semana aterriza en Disney+, y es cierto que, en su arranque, la serie juega (y se divierte haciéndole partícipe de ello) con el mareo al espectador.
Con cambios de acento, giros de personalidad y un asombroso trabajo de interpretación física, dando vida (para empezar) a un perdedor que labora atendiendo la tienda de un museo y es incapaz de mantener un mínimo de relaciones sociales. Debido a su ingenio para la comedia del cuerpo y su indudable carisma, el arranque de la serie, una montaña rusa de saltos en el espacio y la época, se hace divertida y digerible.