Su año transcurre entre la conquista de su ansiada meta y el choque emocional y familiar de un desafío inesperado. Acostumbrado a mover el balón como ningún otro, esta vez el suelo tembló a los pies de Messi. Lo pone a prueba de fútbol y sentimiento, plantea nuevos interrogantes a sus viejas certezas.
A sus 34 Años, la carrera de Messi todavía tiene espacio para hacer algo extraordinario: volvió a cruzar la marca de los 40 goles en el Barcelona, el equipo elegido y el Paris Saint Germain en un año calendario y fue galardonado con el séptimo Balón de Oro.
Superó admirablemente a su campeón, con un empuje insuperable para competir y una fisicalidad que lo respaldaba, además de que ya no podía arriesgarse a repetir 30 sprints, 35 metros, lo que enloquecía a los defensores.
Constantemente pudoroso de enseñar sus sentimientos en público, en este 2021 Messi rompió en llanto frente a la audiencia universal por diferentes motivos. Hubo lágrimas de felicidad, acumuladas a lo largo de un largo tiempo, una vez que levantó la Copa América en el Maracaná.