El planeta completo ha aprendido que las incertidumbres sobre su capacidad de contagio o letalidad tienen que ser previstas con tiempo, no dejar sitio a la sorpresa ni al exceso de confianza.
Por dicha razón se permanecen cerrando fronteras y ensayando medidas para recortar el paso a estas novedosas mutaciones. Hasta la Bolsa mexicana recibió al nuevo virus con una desplome. El mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador, se sale de esa lógica, no obstante.
O aquello se deduce de sus últimas palabras, en las que borra hierro al tema: “No hay motivos para la inquietud, no hay motivos de peligro, según los reportes que me han entregado los especialistas. Llevamos a cabo un seguimiento, no hay recursos para preocuparnos”, dijo esta mañana a partir de Oaxaca.
El jefe mexicano opta por la tranquilidad, supone que mucho sonido cerca de ómicron se debería a una sobreexposición mediática: “Lo que hay es mucha información en los medios”, dijo, sin embargo la científica, garantiza, “no está confirmada”. No se conoce si esta mutación es más peligrosa que las demás o si va a llegar a todos las naciones, ha explicado en su conferencia esta mañana.