Investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y de la Universidad de Leicester (Reino Unido) han desarrollado unas «bombas inteligentes» con un anticuerpo que elimina las células viejas de los tejidos y frena el proceso de envejecimiento.
La investigación, liderada por Salvador Macip y que publica la revista ‘Scientific Reports’, abre la puerta a desarrollar nuevos tratamientos para retrasar la progresión de enfermedades vinculadas a la vejez, como alzhéimer, diabetes tipo 2 o cánceres y, según los científicos, a largo plazo también podría retrasar el proceso de envejecimiento.
Los científicos aún desconocen por qué algunas personas envejecen peor que otras y desarrollan enfermedades asociadas al proceso de hacerse mayor.
Una explicación podría ser el nivel de eficiencia de la respuesta de cada organismo ante el daño que reciben las células a lo largo de la vida, por lo que acaban envejeciendo.
«Por primera vez tenemos un fármaco basado en un anticuerpo que puede aplicarse a los humanos para frenar la senescencia celular», aseguró Salvador Macip, que explicó que se han basado «en las terapias que ya se usan en el cáncer y que se dirigen a proteínas concretas de la superficie de las células cancerosas, y lo hemos trasladado a las células senescentes».
Macip recordó que todos los organismos vivos cuentan con un mecanismo llamado senescencia celular, que interrumpe la división de células dañadas y las elimina para que no puedan propagarse.