Un nuevo estudio realizado por miembros de Pennsylvania State University (EE.UU.) encontró que comer champiñones de manera habitual podría reducir el riesgo de desarrollar depresión.
La investigación, publicada en el Journal of Affective Disorders, explica que esta asociación podría deberse a la gran cantidad de ergotioneína que tienen las setas, un antioxidante con la capacidad de proteger al organismo contra el daño celular.
Este antioxidante tiene efectos antiinflamatorios, además de que reduce el estrés oxidativo, causa de la reducción del riesgo en síntomas de depresión.
La prevalencia de depresión en la muestra fue del 5,9% y se observó que en los que tomaban setas habitualmente tenían una clara reducción de las probabilidades de depresión, pero no encontraron un beneficio adicional con una ingesta elevada.