La actriz Megan Fox confesó en una entrevista de la revista GQ junto a su novio, el cantante Colson Baker, conocido por su nombre artístico Machine Gun Kelly, que padece de dismorfia corporal, un trastorno de salud mental.
Según lo expertos, esta enfermedad es un trastorno obsesivo que consiste en una preocupación fuera de lo normal por algún defecto, ya sea real o imaginado, percibido en las características físicas propias, autoimagen. Si dicho defecto existe, la preocupación y ansiedad experimentada por estas personas es excesiva, ya que lo perciben de un modo exagerado.
Varios medios han expresado, que el término dismorfia se ha vuelto bastante popular, sobre todo con la llegada de las redes, existiendo dos tipos diferentes: dismorfia facial y corporal en las que los defectos más pequeños o imperceptibles se vuelven toda una fijación que va más allá de lo normal.
“La dismorfia corporal es una percepción dominante que tu cuerpo es diferente y más negativo de lo que en realidad es, no importa cuántas veces te presenten los hechos”, comentó el psicólogo John Mayer a Healthline.
En una entrevista en 2019, para el medio ‘Entertainment Tonight’ contó cómo le afectó haberse sentido sexualizada durante años por los medios de comunicación y la industria del cine.
“Creo que tuve un colapso psicológico en el que no quería hacer nada. No quería que me vieran, no quería tener que hacerme una foto, caminar sobre una alfombra roja, no quería que me vieran en público por el miedo o la creencia a que se burlaran de mí”.
Fox le dijo a GQ Style que emprendió una “búsqueda espiritual” para resolver sus sentimientos y tomar el control de sus respuestas ante las percepciones que otros tenían de ella.