Los Pandora Papers tocan a Palacio Nacional.El 4 de abril de 2016, Andrés Manuel López Obrador hizo
una de esas declaraciones que jamás debió pensar que se le revertirían.
En un mitin en Tlaxcala, en el momento donde estaba en lo más alto el escándalo de los Panama Papers, la investigación periodística global sobre el uso de paraísos fiscales de políticos, empresarios y celebridades donde aparecían varios mexicanos, afirmó que el SAT debía investigarlos porque, sin duda, se trataba de lavado de dinero.
No todos de quienes aparecen en esa lista incurrieron en delitos, pero sí hay quienes actuaron al margen de las leyes de sus países, incluidos algunos prominentes mexicanos, muy cercanos al presidente López Obrador.
Julio Scherer, hasta hace un mes consejero jurídico de la Presidencia, que utilizó un paraíso fiscal en las Islas Vírgenes para controlar un departamento de un millón y medio de dólares en la avenida Collins, cerca de Miami Beach, al haberle transferido las acciones a Ilja Landsmanas Dymensztejn y su esposa Ivonne Stern Wolf, quienes permanecieron como directores de la sociedad creada hasta 2017, cuando dejaron todo en manos del exfuncionario.
En los Pandora Papers figura Julia Abdala, la pareja de Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad, por más de 20 años.
Abdala es una controvertida figura que se ha convertido en una especie de bróker para solucionar problemas, de acuerdo con personas a quienes les han ofrecido sus servicios para obtener contratos o desbloquear trámites con el gobierno.