Según expertos el nopal es rico en vitaminas y nutrientes, y además aporta muchos beneficios para la salud del ser humano.
¿No nos crees que el nopal se pueda comer? Bueno, esta planta es conocida por las civilizaciones más antiguas, pero desde el 2018 que se ha visto un auge de las dietas basadas en plantas, por supuesto que no podían faltar los deliciosos cactus.
El nopal (la hoja del cactus en forma de pala) ha sido fuente de nutrición de suma importancia para los pueblos de Mesoamérica por más de 12.000 años, pero debemos aceptar que en algo tienes razón, no es cualquier cactus.
A pesar de ser considerada por muchas personas como una planta peligrosa, por sus espinas, sorprendentemente es uno de los alimentos más saludables que puedes incluir en tu dieta diaria. Los nopales, son un alimento básico en América Latina, y se sirve principalmente con huevos y ensaladas.
Mientras más gente va descubriendo sus grandes cualidades, los alimentos y bebidas de cactus van haciendo su aparición en las tiendas de comestibles, restaurantes y algunos mercados.
Ricos en fitonutrientes, ayudan a reducir el colesterol y el nivel de azúcar. Su fibra saciante y pectina, parecida a la gelatina, captura y elimina el colesterol en la sangre al mismo tiempo que ralentiza la digestión de los carbohidratos.
El cactus contiene también fenólicos y flavonoides, dos compuestos con propiedades antioxidantes que ayudan a proteger las células sanas del daño causado por los radicales libres relacionados con las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
Hay diferentes maneras de preparar el cactus sin que resulten insípidos a la hora de comer. Al inicio puede parecer todo un reto, pero es más fácil de lo que parece. Primero empieza por lavar bien las pencas, también las puedes cortar; luego lo puede hervir, asar, hacer a la parrilla para luego añadirlas a unas quesadillas, salsas, fajitas o ensaladas.
También se pueden consumir crudas, aunque el sabor amargo podría no gustarle a todos. Las pencas de nopal combinan bien con el sabor del queso, los pimientos, el cilantro, el maíz, los huevos, el limón, las cebollas, el orégano, las salsas, el cebollín, el tomate y hasta las frutas tropicales.