Daddy Yankee rompió su virginidad escénica post pandemia ante 300 personas que, a pesar de que parecían no ser necesariamente su público tradicional, vibraron durante una hora y corearon a viva voz los grandes éxitos del llamado Big Boss del reggaeton. La emoción era tal a ambos lados del escenario que toda la estructura del Faena Theatre, de Miami Beach parecía palpitar al beat de “Rompe”, “Dura” y, por su puesto, “Gasolina”
Es algo común en los conciertos de Daddy Yankee, por supuesto, pero esta ocasión fue muy, pero muy diferente, pues la audiencia estaba compuesta en su mayoría por algunos de los personajes más poderosos de la industria de la música, no solo latina, hay que destacar.
Las redes de radio, plataformas de streaming en audio y video, empresas de representación y manejo de artistas y las disqueras, grandes e independientes estaban bien representadas. Lo único que no había eran periodistas. Los Ángeles Times en Español tuvo acceso exclusivo. En resumen, el público era especial y muy conocedor de su música. Es decir, los presentes habían visto a todos y de todo y, sin excepciones, se rindieron a los pies de Daddy Yankee.
El show comenzó con ocho percusionistas vestidos como soldados de gala. Con largos sombreros blancos y sus respectivos penachos, se formaron para recibir el regreso a la música en vivo de uno de los padres del reguetón actual.