Las meriendas o refrigerios no tienen por qué ser poco saludables. Hay muchas opciones que proporcionan nutrientes importantes a los niños y les ayudan a controlar el hambre entre comidas. Es necesario enseñar a los pequeños a comer de forma sana para cuidar de su salud.
Aunque los padres, en ocasiones prefieren darles dulces o alimentos procesados a sus hijos a la hora de la merienda por ‘complacerlos’ o ‘darles un gusto’, la nutricionista venezolana, Henedina Belandria, explicó que las frutas son una opción “incluso más rica para los niños”.
“Los niños son muy visuales y en esto las frutas nos ayudan ya que vienen en varios colores, entonces se recomienda a los padres, servirlas picadas en envases coloridos o en presentaciones como tizanas o helados. Esto aporta muchos más nutrientes y vitaminas para los más pequeños de la casa”, dijo.
Belandria indicó que también se puede optar por dulces hechos en casa pero de forma saludable como galletas de avena e incluir a los niños en el proceso de preparación para que ellos disfruten y se sientan emocionados por degustar de ellas.
Los padres son el ejemplo a seguir de los niños y si ellos se alimentan de forma poco sana y prefieren comprar un refresco antes que agua o frutas para hacer jugos, los niños van a querer alimentarse de esa manera, explica la nutricionista.
Entonces, es importante que los adultos opten por comer saludablemente para que los pequeños también lo hagan.
“hay algunos alimentos que son más caros que un paquete de galleta o un refresco de un litro pero siempre habrá opciones más económicas como las frutas”, dijo Belandria.
Esto no quiere decir que nunca se pueda o se deba tomar o comer golosinas o refrescos pero sí es importante tener un balance y acostumbrar a los pequeños a alimentarse diariamente de forma sana, concluyó la experta en salud.
Texto: Eliagnis Mora