La arquitectura tradicional de Chignahuapan se muestra en casonas de recios muros y techos de madera y teja. En su plaza principal destaca la colorida parroquia y su kiosco estilo mudéjar.
Ahí se producen decenas de millones de esferas navideñas cada año. Más de 200 fábricas y talleres alimentan a este pueblo, que contagia el colorido de las esferas y otros adornos festivos a sus fachadas. Un paseo por este Pueblo Mágico es un encuentro con el color, con los contrastes, con la alegría.