Como un faro de esperanza en medio de la pandemia de coronavirus, los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 fueron inaugurados este viernes. El honor de encender el pebetero olímpico lo tuvo la tenista japonesa Naomi Osaka en el punto culminante de una ceremonia que, como se esperaba, estuvo limitada por las medidas preventivas para evitar contagios.
No hubo público. Solo algunos atletas, autoridades y periodistas -usando mascarillas en todo momento- estuvieron presentes en un estadio olímpico con capacidad para 68.000 espectadores.
«Hoy es un momento de esperanza», declaró el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach. «Sí, es muy diferente de lo que todos habíamos imaginado. Pero valoremos este momento porque finalmente estamos todos aquí juntos», dijo.
Estos son 5 momentos destacados de la ceremonia de unos juegos que serán muy diferentes.
El momento culminante de la ceremonia fue el encendido del pebetero olímpico. Naomi Osaka, una de las estrellas del momento del deporte japonés, fue la encargada de portar la antorcha en su último tramo. La tenista de 23 años subió una escalinata que representaba el monte Fuji y que estaba coronada por un sol que se fue abriendo como una flor, que significaba «vitalidad y esperanza».
Sobriamente, Osaka presentó la llama al público, dio media vuelta y llevó la llama hacia el pebetero que en unos segundos llegó a su máxima intensidad.
La ceremonia en sí fue modesta, un recordatorio de todo lo que ha pasado el mundo en el último año por la pandemia de coronavirus. Sin embargo, los atletas de los países de América Latina se hicieron notar en el desfile. Con bailes, prendas tradicionales y uniformes vistosos, llevaron la alegría al estadio. La delegación de Argentina hizo su entrada saltando y levantando las manos, coreando «Olé, olé, olé».
Luego del desfile de las más de 200 delegaciones, vino el tradicional juramento de los deportistas que prometieron respetar las reglas y el espíritu olímpico de competición. A continuación llegó otro de los momentos más llamativos: un espectáculo de 1.800 drones.
En el cielo hicieron una representación del logo de Tokyo 2020, que significa la «unidad en la diversidad». Entonces se elevaron para recrear el planeta con sus continentes más allá del techo del estadio, iluminando espectacularmente la noche en Tokio.
Otro momento emotivo fue el homenaje a las víctimas de la pandemia de coronavirus. Hubo un minuto de silencio por los más de cuatro millones de fallecidos en el mundo por la covid-19. Pero también se rindió homenaje a los atletas israelíes que murieron en el atentado de los Juegos Olímpicos de Múnich 1972.
Foto: Getty Images