Dodgers-Yankees, una combinación perfecta: Arranca la Serie Mundial, Los equipos con las mejores marcas y con una constelación de estrellas
El aire está cargado de una expectativa palpable mientras Yankees y Dodgers se preparan para cruzar caminos en la Serie Mundial 2024, una celebración que no sólo trasciende el beisbol, sino que se erige como un ícono cultural de dos ciudades que viven y respiran deporte. Después de 41 años, esta batalla de pesos pesados es un viaje de regreso a los días dorados, donde el talento, la historia y la pasión se entrelazan en un vibrante tapiz con forma de diamante.
Los Yankees, con su legado de 27 títulos de Series Mundiales, llegan a este enfrentamiento con un vigor renovado. En la cúspide de su poder se encuentra Aaron Judge, el Sultán del bat de nueva generación cuya capacidad para cambiar el rumbo de un juego está a un swing de distancia. Con 58 jonrones y 122 carreras impulsadas esta temporada, Judge no sólo es un candidato a MVP, es el símbolo de un equipo que ha encontrado su camino de regreso a la gloria. Su presencia en el plato es un espectáculo que electriza a los fanáticos y saca lo mejor de sus compañeros.
En el otro lado del campo, los Dodgers, con 98 victorias esta temporada, se presentan como la fuerza más dominante en el año. Liderados por el fenómeno Shohei Ohtani, cuya versatilidad es casi legendaria, han demostrado que son una organización clásica del Clásico. Sostendrán su cuarta Serie Mundial desde 2017 tratando de ampliar sus vitrinas para un título más. Esta campaña han contado con el aporte de Ohtani, el candidato natural al premio MVP de la Liga Nacional luego de convertirse en el primer pelotero en la historia de Grandes Ligas con 50 o más cuadrangulares y 50 o más bases robadas. Ohtani ha redefinido lo que significa ser un jugador de beisbol en el siglo XXI. A pesar de que no ha lanzado con Dodgers, su aporte es inigualable. Culminó el calendario con 54 palos de cuatro esquinas y 130 remolcadas. Es el hombre que fascina a los aficionados.
Este duelo adquirió magnitud mundial al presentarse el enfrentamiento más caro de la historia. Las nóminas combinadas de ambos equipos, que superan los 550 millones de dólares, han llevado a que los precios de las entradas alcancen cifras astronómicas, reflejando el fervor que rodea a esta icónica rivalidad. No es raro que los boletos se vendan en el mercado secundario por más de 1,200 dólares el asiento en la parte más alta del estadio y hasta medio millón de pesos en los exclusivos lugares detrás del home plate, lo que subraya la demanda de un espectáculo que promete ser inolvidable.
Ambos equipos han recorrido un camino lleno de desafíos para llegar a este punto. Yankees, después de superar a Guardians en cinco reñidos encuentros la Serie de Campeonato de la Liga Americana, ha demostrado una resiliencia notable, mientras que Dodgers deslumbró al vencer a Mets en su propia lucha por la supremacía. Cada victoria ha sido una lección, cada derrota un paso hacia adelante, y ahora ambos equipos están listos para desatar toda su energía hoy en una de las partes más altas de Chavez Ravine.
El Dodger Stadium será el epicentro de la emoción, donde cada lanzamiento resonará con la historia de grandes batallas pasadas. Gerrit Cole será el abridor de Yankees, su historia de cenicienta añadirá otro capítulo enfrentando a Jack Flaherty.
Neutralizar alineaciones repletas de futuros miembros del Salón de la Fama será una tarea difícil para dos cuerpos de lanzadores. La Serie Mundial 2024 será la que mayor número de ganadores de MVP presente en la historia (5) con Aaron Judge, Giacarlo Stanton por Yankees y Shohei Ohtani, Mookie Betts y Freddie Freeman por Dodgers.
En un tiempo donde el beisbol busca recuperar su lugar en el corazón de los aficionados, esta Serie Mundial se presenta como una explosión de talento y emoción. No sólo decidirá al campeón de 2024; también reafirmará la grandeza de dos de las franquicias más icónicas en la historia del deporte.
A las tres de la tarde el sol del sur de California se inclinó suavemente, bañando de una luz dorada el Dodger Stadium. Un día antes del inicio de la Serie Mundial 2024, el caos del día de medios se desplegó como una orquesta sin director. En el centro del huracán, allí donde todas las miradas se dirigieron, estaba Shohei Ohtani, sentado frente a una pequeña mesa de madera, una especie de isla en medio de un mar agitado de micrófonos, cámaras y gritos.
Hubo algo magnético en la quietud del pelotero de Dodgers. Mientras los periodistas japoneses se arremolinaban como si estuvieran peregrinando a la meca del beisbol, Ohtani permaneció casi inmóvil, como si formara parte del paisaje, pero con esa calma particular que sólo tienen los que saben que el verdadero ruido ocurre en su interior. Quizás ahí radica la atracción que genera: un hombre capaz de enfrentarse a escándalos, lesiones y expectativas descomunales, sentado en una silla incómoda, recibiendo preguntas en dos idiomas
Estoy contento de verlos a todos ustedes. Es una oportunidad magnífica para mí y para todos mis compañeros estar en la Serie Mundial y enfrentarnos a un gran equipo como Yankees. Será un gran espectáculo para los aficionados”, declaró Ohtani.
Este año ha sido una montaña rusa para Ohtani, comenzó con un escándalo de apuestas que hizo temblar su imagen pública y hasta su carrera en la Major League Baseball (MLB). Pero ahora está a punto de presentarse en su primer Clásico de Otoño.
El viento cálido trajo consigo el bullicio de las preguntas cruzadas. Se escuchaba cómo los medios japoneses estaban atrapados en los mismos cuestionamientos. Sin embargo, Shohei se animó a responder la mayor cantidad aunque dijera lo mismo durante casi 20 minutos.
El nipón, una figura casi mitológica en la mente de muchos, se encuentra a cuatro victorias de su primer título de MLB, pero mientras eso sucede ya ganó el centro de atención.
Gerrit Cole, hoy uno de los lanzadores más dominantes de Grandes Ligas, tuvo un momento que marcó su vida. Era 2001, y Yankees se enfrentó a Diamondbacks en la Serie Mundial. Con apenas 11 años, asistió a uno de esos encuentros. En las gradas, sostenía un cartel que decía: “Yankee Fan Today, Tomorrow, Forever”.
Cole no sólo es el lanzador más laureado de la organización neoyorquina, sino también en espíritu. Y tuvo algunas palabras sobre el tema.
Mi yo de niño estaría increíblemente orgulloso de lo que he hecho”. Aquel niño de las gradas, que alguna vez soñó lo imposible, está ante su más grande desafío.
Anthony Volpe también tiene una conexión especial con este equipo. En 2009, cuando Yankees derrotó a Phillies en la Serie Mundial, Volpe, asistió al desfile de celebración. Desde la acera, con los ojos llenos de admiración, vio pasar a Derek Jeter, Jorge Posada, Mariano Rivera y el resto de los héroes y soñaba con estar algún día en ese lugar. Ahora, en 2024, Volpe no sólo es el shortstop titular de Yankees, sino que ha sido clave en su recorrido hacia la Serie Mundial.
Brent Honeywell podrá hacerle un tributo a Fernando Valenzuela y de la mejor forma: con un screwball.
Honeywell es uno de los pocos pitchers que tiran el tirabuzón. Hace algún tiempo tuvo una charla con Valenzuela, sobre la técnica.
Cada que tiraba un screwball mientras crecía, podía decirles que Fernando Valenzuela lanzaba lo que yo, de cierta forma me abrió el camino”, dijo Honeywall
Desde que Valenzuela triunfó con ese lanzamiento pocos lo usan. Desde 2015, sólo se contabilizaron 346 screwballs, 227 fueron de Honeywell.
Si miras a los que lanzaron screwball, hay varios miembros del Salón de la Fama. El beisbol siempre cambiará. Pero volverá a ser lo que solía ser.”