Betts, quien no ha jugado como campocorto desde su etapa universitaria, enfrenta el desafío de adaptarse a una posición que requiere habilidades defensivas especializadas. La preocupación principal radica en si este cambio podría afectar su rendimiento ofensivo, un aspecto crucial para el equipo.

En algunas jugadas, se ha podido ver un Mookie Betts dubitativo e inseguro a la hora de leer los batazos hacia su zona, concluyendo con errores defensivos o con tiros sin balance. Solo el tiempo dirá si esta estrategia de los Dodgers pagará dividendos y llevará al equipo a la victoria en la Serie Mundial, o si se convertirá en un recordatorio de la importancia de mantener a los jugadores en sus posiciones naturales.

Gavin Lux, quien inicialmente parecía ser la opción para el campocorto, ha tenido dificultades en la pretemporada, lo que llevó al manager Dave Roberts a considerar alternativas. Sin embargo, la experiencia y la defensa excepcional de jugadores como Miguel Rojas plantean la pregunta de si sería más prudente contar con un especialista defensivo en lugar de forzar a Betts a salir de su zona de confort.