Dentro de este perfil aparecen los nombres de Míchel (Girona), Motta (Bolonia), Conceiçao (Porto), De Zerbi (Brighton) Arteta (Arsenal) o el propio Rafa Márquez
Luego del anuncio de Xavi, el Barcelona FC, es consciente de que no puede equivocarse con su sustituto. De quién sea el líder del equipo a partir de la próxima temporada dependerá el futuro inmediato de la entidad a nivel deportivo. El adiós del egarense cogió por sorpresa al propio Joan Laporta y a la dirección deportiva que encabeza Deco. A partir de ahora, toca pensar en una nueva hoja de ruta con la que llegar, por lo menos, a junio de 2026, fecha final del actual mandato.
La junta directiva quiere tomarse dos o tres semanas para reflexionar sobre qué camino tomar. En este momento existen dos vías de actuación. Una de ellas contempla la opción de apostar por un entrenador joven y con proyección, que tenga ganas de comerse el mundo y acepte iniciar un proyecto ambicioso en el Barça. Este mismo camino incluye a ex futbolistas blaugranas con pasado en el club, lo que les aportaría la experiencia necesaria para gestionar todo lo que supone ser la cabeza visible de la primera plantilla.
Dentro de este perfil aparecen los nombres de Míchel (Girona), Motta (Bolonia), Conceiçao (Porto), De Zerbi (Brighton) Arteta (Arsenal) o el propio Rafa Márquez (Barça Atlètic). Este es un camino por explorar durante las próximas semanas, en las que se analizarán todos los escenarios posibles con sus pros y sus contras. Todo está por decidir.
La segunda vía, y la que más convence en este momento sin tener en cuenta coyunturas económicas y dificultades a la hora de salir al mercado de fichajes, es la de un entrenador contrastado, alguien que sea capaz de gestionar una plantilla como la del Barça. Dirigir al conjunto culé no es tarea fácil y en el club tienen claro que solo puede hacerlo una figura respetada, con experiencia en este tipo de situaciones y con la ascendencia necesaria para tomar decisiones incómodas.
Ahí es donde aparece el nombre de Jurgen Klopp, un viejo sueño del presidente, que no ha escondido nunca su predilección por el alemán. De hecho, cuando inició su segundo mandato, el hoy entrenador del Liverpool ya aparecía en las reuniones para planificar el proyecto deportivo. En ese sentido, hubo contactos para sondear la posibilidad de firmarle. No fueron más allá porque no se daban las condiciones necesarias.
Klopp ya ha anunciado que dejará el banquillo de Anfield el próximo 30 de junio tras nueve temporadas liderando al Liverpool. Argumentó para explicar su decisión que el desgaste durante todo este tiempo ha sido enorme y que ya no se veía preparado para seguir aportando la energía que pide un club de estas dimensiones. Su idea es tomarse un año sabático, lo que supondría una dificultad añadida en el caso de que el Barça vaya a por él de forma decidida.
El alemán siempre se ha mostrado seducido por la posibilidad de entrenar algún día en España. Y ese es un factor que desde la entidad blaugrana tienen muy en cuenta. De hecho, están convencidos de que, llegado el momento, tendrán argumentos para convencerle de que deje para más adelante su año en blanco. Si van con todo, los escuchará. A partir de ahí, el proyecto que le pongan encima de la mesa deberá ser mucho más convincente.
Y ahí está el problema de verdad porque el técnico necesitará hacer una revolución para la que se necesitan recursos económicos que el Barça no tiene. La única forma de fichar hoy es antes vender. Ahí el alemán tendría vía libre para elegir. Aunque para llegar a este momento aún deben pasar muchas cosas, Jürgen Klopp es el deseado.