3 movimientos obligatorios de los DODGERS

La rotación de abridores era motivo de preocupación para los Dodgers en la Serie Divisional y no se equivocaron.

Los Dodgers de Los Ángeles dominan la temporada regular de MLB, pero se quedan cortos en los playoffs. En 2023 sumaron un nuevo fracaso, al ser barridos en la Serie Divisional por los Cascabeles de Arizona. El equipo californiano consiguió ir a tres Series Mundiales en cuatro campañas de Grandes Ligas, pero no han logrado regresar desde que fueron campeones en 2020, estas decepciones de seguro tendrán consecuencias y el alto mando de los Dodgers debe tomar decisiones duras durante el invierno. Hay algunos movimientos que tienen etiqueta de obligatorios.

I Firmar a Shohei Ohtani

Es obvio que la prioridad de los Dodgers debe ser pitcheo abridor y Ohtani no podrá lanzar en todo el 2024 por la cirugía en el codo, pero aún así deben ir por él en la agencia libre. La razón es clara: nunca se tiene suficiente ofensiva y quedó demostrado cuando Arizona silenció a dos ganadores del MVP como Mookie Betts y Freddie Freeman, además de borrar del mapa a J.D. Martínez. Con la llegada del japonés tendrían un seguro para estas circunstancias.

II Reestructurar a la rotación

La rotación de abridores era motivo de preocupación para los Dodgers en la Serie Divisional y no se equivocaron. En la zafra regular consiguieron como sortear las ausencias por lesiones y otros problemas de sus principales hombres en este departamento, pero les pasó factura en los playoffs. Los fantasmas de Clayton Kershaw volvieron y ni el propio zurdo es capaz de pensar en su futuro en el béisbol. Es hora de reestructurar este departamento y traer nuevos nombres, que resulten confiables.

III Dejar en libertad a Julio Urías

No hay ninguna duda de que esto será lo que suceda. El zurdo mexicano fue clave para los Dodgers en la conquista del título en 2020 y terminó tercero en la votación para el MVP en 2022, pero este año sentenció su salida del equipo. Que no le ofrecieran una extensión en su último año de arbitraje ya era un indicio y no se equivocaron: las lesiones y sus problemas en el montículo (efectividad de 4.60, récord de 11-8 en 21 salidas) eran manejables, pero la acusación por violencia doméstica puso punto final a la relación del serpentinero con los Dodgers. Aunque saliera bien librado de su investigación penal y de la MLB, no regresará al club.