Los cuerpos de otros tres mineros fueron extraídos el domingo de una pequeña mina de carbón en el estado mexicano de Coahuila, con lo que aumentó a cuatro el número de muertos confirmados después de la inundación y desplome parcial del tiro. Hay otros tres mineros desaparecidos, y se les sigue buscando.
Los mineros fallecidos fueron encontrados en la pequeña mina de carbón de Micarán en Coahuila, fronterizo con Estados Unidos, un estado en el que desde hace años hay quejas sobre las condiciones inseguras de este tipo de minas.
La coordinación nacional de Protección Civil señaló que los equipos de rescate habían trabajado toda la noche. En un principio, las autoridades informaron que seis mineros habían quedado atrapados, pero el gobierno de Coahuila confirmó el domingo que había siete en la mina al momento del accidente.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que se había roto una presa o estanque, lo que provocó la inundación. Las labores de rescate están enfocadas en bombear el agua para sacarla de la mina. El Ejército desplegó a un equipo de 28 miembros que se especializa en la búsqueda de víctimas en derrumbes, y está utilizando dos perros entrenados.
El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro publicó una carta de los familiares de los mineros que murieron en Pasta de Conchos, en la que señalan que las minas de carbón de la zona suelen violar las normas de seguridad.
Los familiares dijeron que uno de los cuerpos recuperados de la mina de Micarán era de un minero que se había quejado sobre las condiciones de seguridad del lugar.