El lanzador mexicano de los Dodgers de Los Angeles está en riesgo de ver terminada su carrera en las Grandes Ligas
Julio Urías, el lanzador mexicano de los Dodgers de Los Angeles, está metido en problemas que ponen en riesgo su carrera en la MLB.
El zurdo, de 27 años de edad, fue puesto en licencia administrativa de Grandes Ligas esta semana, días después de que fuese arrestado en Los Angeles, y enfrenta cargos por violencia doméstica.
Urías fue arrestado el domingo 3 de septiembre en la noche por presuntamente causar lesiones corporales a su pareja en las afueras de un estadio de la MLS y de inmediato fue apartado del equipo de los Dodgers, que ahora están rematando la mercancía con su nombre.
El futuro del serpentinero en las mayores es bastante incierto. El nativo de Sinaloa sería agente libre al final de esta campaña, en la que tiene balance de 11-8 y efectividad de 4.60 en 21 aperturas, con 117 ponches en 117.1 innings.
De estar proyectado como una de las piezas que mejor se cotizaría en el mercado de invierno, pasó a estar en riesgo de haber lanzado su última pelota en la MLB.
Con Urías podría sentarse un precedente. Ya el mexicano fue suspendido 20 juegos por la MLB en 2019 por violencia doméstica, si bien en esa ocasión no se levantaron cargos con la condición de que completara un programa para la prevención de la violencia de género.
Sucede que desde 2015 hasta ahora ningún pelotero ha sido suspendido dos veces por la política de la MLB sobre violencia doméstica, y con el mexicano podrían tomar medidas ejemplarizantes.
Si el castigo que reciba le impide volver a las Grandes Ligas, el serpentinero tendrá otras opciones laborales. Podría lanzar en las ligas de su país (LMB y LMP) o jugar en Asia, si consigue contratos en Japón (como hizo Trevor Bauer tras su desvinculación de los Dodgers), Corea o Taiwán.