Este jueves al menos cuatro personas murieron tras explotar una minivan en el sector occidental de la capital afgana de Kabul, informó el vocero policial Ferdaws Faramarz.
Nadie asumió la responsabilidad del atentado, en un barrio poblado principalmente por la minoría étnica hazara, que en su mayoría son musulmanes chiítas. El grupo Estado Islámico ha realizado ataques similares en la zona; el martes, un ataque con dos minivans mató a una decena de personas.
Afganistán es un país de mayoría sunita, y la filial del Estado Islámico les ha declarado la guerra. En un comunicado el miércoles por la noche, el IS dijo que una bomba suya en una usina eléctrica dejó a buena parte de la capital sumida en la oscuridad.
El caos y la violencia siguen aumentando en el país a medida que Estados Unidos y la OTAN continúan con el retiro de sus efectivos. El último soldado partirá a más tardar el 11 de septiembre.
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