¿Qué Le Hicieron los Dodgers a Max Fried?, Max Fried no es solo un lanzador. Un Zurdo Invencible… Hasta Que Llegaron los Dodgers
Max Fried no es solo un lanzador. Es una promesa cumplida, un as con sello de élite. Con una efectividad de 1.92 , récord de 7-1 , y un arsenal que parece salido del laboratorio de los dioses, Fried ha sido el brazo más confiable de los Yankees desde que llegó al Bronx.
Pero el béisbol tiene su propia poesía. Y esa poesía se escribió el 30 de mayo en el Dodger Stadium , donde por primera vez en la temporada, Fried no solo perdió… fue desmontado.
Seis carreras limpias. Ocho imparables. Cinco entradas. Un sueño roto para Nueva York. Y una victoria épica para Los Ángeles.
Nadie esperaba lo que vendría. Ni siquiera los fanáticos más optimistas de los Dodgers . Pero Shohei Ohtani , como siempre, no vino a jugar. Vino a dominar.
Su primer turno al bate ante Fried fue histórico: un jonrón solitario que abrió la puerta a la remontada angelina. Pero eso no fue suficiente. En la sexta entrada, con el partido en llamas, volvió al plato… y le dio el golpe final al zurdo.
Dos cuadrangulares. Dos explosiones de poder puro. Dos momentos que no solo marcaron diferencia en el marcador… sino en la historia reciente de MLB. Nadie había hecho esto contra Fried en toda la temporada. Nadie hasta Ohtani.
No todo fue poder bruto. Hubo clase. Hubo precisión. Y hubo Freddie Freeman.
En la sexta entrada, con las bases cargadas y la tensión cortándose con cuchillo, Freeman conectó un doblete profundo hacia el jardín izquierdo. Dos carreras anotadas. Una entrada entera decidida. Y sobre todo, un mensaje claro: “No somos solo swing fuerte. Somos estrategia pura”.
Porque Freeman no necesita gritar. Su bate habla por sí solo. Y cuando está caliente, es tan letal como cualquier cañón.
Aunque la línea final parecía cruel (5 innings, 8 hits, 6 CL, 3 K), hay que recordar que Max Fried sigue siendo uno de los mejores lanzadores de la liga. Este fue solo un mal día. Uno más en la vida de un pitcher que sabe que, tarde o temprano, volverá a brillar.
Pero también fue un recordatorio: nadie es inmune. Ni siquiera los zurdos más dominantes. Porque cuando tienes que enfrentarte a jugadores como Ohtani y Freeman, no puedes equivocarte ni una vez. Y Fried, esta noche, se equivocó dos.
¿Cómo logran los Dodgers hacerlo lucir mortal? Simple: paciencia, poder y propósito.
Los bateadores de LA no atacaron sin sentido. Esperaron. Estudiaron. Aprovecharon cada bola alta, cada error, cada cambio fuera de lugar. Y cuando encontraron la grieta, no dudaron en pasar por ella con camioneta blindada.
Esa es la magia de este equipo: no solo castigan errores. Los buscan. Los provocan. Y cuando los encuentran… los explotan como dinamita en el cielo de verano.
Esta fue una de esas noches mágicas. Donde todo encaja. Donde el líder ofensivo y el lineup completo se alinean como estrellas en el firmamento.
Para los Dodgers , fue una victoria más en su camino de líderes. Para Fried , un recordatorio de que incluso los titanes pueden tropezar. Y para Ohtani , otro paso en su viaje hacia la inmortalidad.
Porque en el béisbol, no basta con ser bueno. Tienes que ser listo. Tienes que ser paciente. Y, sobre todo, tienes que estar preparado para cuando el rey del plato te mira fijamente… y sonríe.