Dodgers Ohtani y la Leyenda que Camina Junto a los Titanes, Shohei Ohtani no solo juega béisbol. Escribe poesía con el bate.
Shohei Ohtani no solo juega béisbol. Escribe poesía con el bate. En mayo de 2025, el japonés conectó 13 jonrones , una cifra épica que lo coloca en la cima del cielo angelino. No cualquier cielo. El cielo de los Dodgers.
Con esa marca, igualó a dos leyendas: Cody Bellinger , sucesor del trono ofensivo en 2017, y Adrián Beltré , el guerrero dominicano que en agosto de 2004 encendió las gradas del Dodger Stadium con su swing fiero y su corazón de titanio.
Pocos han logrado tal hazaña bajo el azul de Los Ángeles. Y entre ellos, nombres que resuenan como campanadas en la historia: Guerrero, Snider, Beltré… y ahora Ohtani. Solo Pedro Guerrero (15 en junio de 1985) y Duke Snider (15 en agosto de 1953) están por encima.
Pero no se trata solo de números. Se trata de momentos, de sonidos, de esas explosiones en el cielo del jardín que anuncian que un jugador no solo está presente… está dominando.
Ver a Ohtani igualar a Beltré no es casualidad. Es conexión generacional. Es puente entre épocas. Adrián Beltré, en 2004, fue fuego puro: 48 jonrones, 104 remolcadas, un swing que parecía hecho de relámpagos.
Y ahora, Ohtani, con su doble rollo, con su mirada fría y su paso seguro, vuelve a traer ese espíritu al lineup angelino. No solo compite. Inspira. No solo conecta. Domina.
En un equipo lleno de estrellas, Ohtani sigue siendo el faro. Su promedio, sus bases, sus impulsadas, sus anotadas… todo habla de dominio absoluto. Y su mes de mayo no solo reafirma su reinado en MLB… lo consolida como el mejor bateador de la liga.
Con cada swing, Ohtani no solo acerca a los Dodgers a la victoria. También se acerca él mismo a la inmortalidad.
Todavía queda tiempo en el calendario. Apenas faltan días para que mayo termine. Y si algo ha demostrado Ohtani, es que cuando se siente cómodo, los récords tiemblan.
¿Podrá superar a Guerrero y Snider? ¿Llegará a los 15 jonrones en un solo mes con los Dodgers? Las preguntas están en el aire. Pero una cosa es segura: mientras Ohtani batee, el espectáculo seguirá siendo épico.
Shohei Ohtani ya no solo es el futuro de los Dodgers. Es su presente. Es su pasado glorioso hecho presente otra vez. Cada vez que toma el bate, escribe una línea más en la historia de una franquicia que respira tradición.
Y mientras el Dodger Stadium ruge con cada vuelacercas suyo, uno puede sentirlo: este no es solo un jugador. Es una era. La era de Ohtani.