La mejor Cartelera en Tampico : El contador 2 en Cinebox, es una explosiva continuación que amplifica todo lo que hizo a su predecesora
El contador 2 es una explosiva continuación que amplifica todo lo que hizo a su predecesora (2016) tan entretenida: violencia sin disculpas, personajes moralmente ambiguos y un protagonista poco convencional que no encaja en el molde tradicional de los héroes de acción. Dirigida nuevamente por Gavin O’Connor y escrita por Bill Dubuque, esta secuela eleva las apuestas con más tiroteos, peleas coreografiadas y un humor seco que proviene de la inesperada química entre Ben Affleck y Jon Bernthal.
Ocho años después de los eventos de la primera película, Christian Wolff (Ben Affleck), el genio contable con habilidades letales, regresa en una nueva misión llena de sangre y balas. La historia arranca con la breve aparición de Ray King (JK Simmons), exdirector de investigaciones criminales del Departamento del Tesoro, quien pone en marcha una trama que involucra amnesia, cirugía plástica, trata de personas y toda clase de villanos dispuestos a cruzar cualquier línea ética.
Christian recibe ayuda inesperada de su hermano menor, Braxton Wolff (Jon Bernthal), cuyo carácter fanfarrón y desenfadado choca con la seriedad estoica de Christian. Juntos forman un dúo dinámico que equilibra momentos de acción intensa con diálogos cargados de ironía. Mientras tanto, Marybeth Medina (Cynthia Addai-Robinson), sucesora de King, se convierte en una pieza crucial para mantener cohesionada la narrativa, aunque su papel podría haber sido más desarrollado.
Aunque la historia incluye elementos como la infancia traumática de los hermanos Wolff —criados por un sádico psicólogo militar—, estos flashbacks son más breves y menos intrusivos que en la primera entrega. Esto permite a los cineastas centrarse en lo que realmente importa: la acción frenética y las interacciones entre los personajes principales.
Uno de los grandes aciertos de El contador 2 es la relación entre Ben Affleck y Jon Bernthal. Affleck interpreta magistralmente a Christian Wolff, un hombre cuya inteligencia y precisión contrastan con su torpeza social y emocional. Su actuación controlada y contenida aporta profundidad al personaje, evitando caer en estereotipos sobre el autismo mientras mantiene ciertos clichés aceptables dentro del género.
Por otro lado, Jon Bernthal roba escenas con su carisma desbordante y su energía electrizante. Como Braxton Wolff, Bernthal encarna al típico «hermano rebelde» que disfruta del caos, pero también muestra capas de vulnerabilidad y lealtad hacia su familia. La interacción entre ambos actores es pura dinamita: ya sea compartiendo bromas sarcásticas o enfrentándose juntos contra ejércitos de enemigos, su química resulta irresistible.
Una escena particularmente memorable los muestra sentados espalda contra espalda en sillas que miran direcciones opuestas, hablando tranquilamente mientras planean cómo pintar el mundo de rojo. Este tipo de momentos refuerza la conexión entre los hermanos y añade un toque de humanidad a una película que podría haberse perdido en su propia locura.
Como era de esperar, El contador 2 no escatima en violencia gráfica ni en escenas de acción coreografiadas con precisión. Desde tiroteos hasta combates cuerpo a cuerpo, cada enfrentamiento está diseñado para impresionar visualmente y mantener al espectador al borde de su asiento. Sin embargo, lo interesante aquí no es solo la cantidad de sangre falsa que cubre la pantalla, sino el contexto detrás de ella.
Christian y Braxton operan bajo su propio código moral, eliminando villanos sin remordimientos porque, según ellos, están restaurando el orden en un mundo caótico. Aunque sus métodos son extremadamente brutales, el público rara vez cuestiona sus acciones gracias a la naturaleza aún más cruel de sus enemigos. Esta dinámica refuerza uno de los temas centrales de la película: la sed insaciable de justicia vigilante en una sociedad donde las instituciones fallan repetidamente.
Al igual que en películas como John Wick o incluso Sicario , El contador 2 explora la fascinación cultural por hombres comunes (o, en este caso, nerds) que se transforman en máquinas de matar implacables cuando se ven obligados a defender lo que consideran correcto. En última instancia, sugiere que el público estadounidense sigue enamorado de estas figuras, cuya violencia redentora parece justificada frente a un sistema corrupto.
El contador 2 no aspira a ser una obra maestra cinematográfica; en cambio, ofrece exactamente lo que promete: una experiencia de acción divertida, emocionante y ligeramente absurda. Con Ben Affleck liderando el reparto y Jon Bernthal añadiendo un toque de extravagancia, esta secuela logra expandir el universo de Christian Wolff sin sacrificar su esencia única.
Si buscas una película que combine adrenalina, humor negro y reflexiones vagas sobre la justicia moderna, El contador 2 es una opción sólida. Solo asegúrate de dejar tus expectativas de lógica narrativa en la puerta, porque aquí lo único que importa es el espectáculo.