Cartelera película: Todo lo que sabemos de Wicked, Una oda épica a la igualdad y la inclusión, un espectáculo visual y musical
La adaptación cinematográfica de Wicked no es solo un espectáculo visual y musical, sino una profunda reflexión sobre la discriminación, la amistad y la lucha por la igualdad. Bajo la dirección de John M. Chu, esta primera entrega de una épica en dos partes reinventa el legado de Oz, entregándonos una película que trasciende su género para convertirse en un poderoso símbolo generacional.
Desde los primeros minutos, Wicked deja claro que no se trata de un simple recuento de los eventos de El Mago de Oz. Narrada desde la perspectiva de Glinda, la Bruja Buena (interpretada por una sorprendente Ariana Grande), la historia nos lleva a los inicios de su relación con Elphaba (la extraordinaria Cynthia Erivo), la Bruja Malvada del Oeste.
La película explora el rechazo y la discriminación que Elphaba enfrenta debido a su piel verde y su inmenso poder mágico. Al mismo tiempo, nos presenta a una Glinda carismática pero superficial, cuya transformación personal está en el corazón de la narrativa. La relación entre ambas es un reflejo de los complejos matices de la inclusión y la empatía, construida a través de momentos conmovedores y honestos.
Aunque Wicked deslumbra con sus escenarios y canciones, su tono subyacente es inesperadamente oscuro. Desde la celebración inicial de la muerte de la bruja hasta los temas de racismo, capacitismo y manipulación política, la película no teme confrontar las realidades más sombrías de Oz. Estas capas narrativas no solo enriquecen la trama, sino que elevan a Wicked como una obra de madurez emocional, que conecta profundamente con los adultos.
En el apartado técnico, Wicked es simplemente deslumbrante. El diseño de producción mezcla lo victoriano con lo contemporáneo, y el uso del CGI, aunque abundante, logra crear un Oz vibrante y fascinante. Cada canción está cuidadosamente coreografiada y puesta en escena, logrando que incluso los números más «simples» sean entretenidos, mientras que los mejores son auténticamente inolvidables.
Entre las actuaciones, destacan las de Cynthia Erivo, quien dota a Elphaba de una emotividad y fuerza que podrían llevarla directo a los Oscar, y Ariana Grande, cuya Glinda combina humor y profundidad con sorprendente habilidad. Los secundarios también brillan, especialmente Jeff Goldblum como el Mago de Oz y Jonathan Bailey, cuya interpretación añade dinamismo y humor al relato.
Wicked aborda temas complejos como el rechazo social, la opresión y el autodescubrimiento con una delicadeza sorprendente. Elphaba y su hermana Nessa, quien usa una silla de ruedas, ilustran de manera conmovedora las líneas entre la inclusión genuina y el capacitismo. La lucha por los derechos de los animales en Oz, que pierden su voz y sus libertades, actúa como una metáfora poderosa de la discriminación sistemática.
Estos elementos no solo enriquecen la narrativa, sino que la convierten en una plataforma para reflexionar sobre las injusticias del mundo real, todo ello mientras se envuelve en un manto de fantasía y entretenimiento.
Con una duración cercana a los 160 minutos, Wicked puede ser una experiencia intensa, especialmente para los más jóvenes. Sin embargo, para los adultos, es una obra que trasciende las expectativas del género, ofreciendo una experiencia profundamente conmovedora y visualmente cautivadora.
Esta primera parte deja claro que Wicked no solo es un musical sobresaliente, sino una película con la ambición de convertirse en un hito cultural. John M. Chu logra equilibrar espectáculo y mensaje, entregando una obra que resonará tanto con los seguidores de Oz como con los recién llegados.
Wicked es más que un musical; es una declaración audaz y brillante sobre el poder de la amistad, la lucha por la igualdad y la belleza de aceptar a los demás tal como son.