En Playa Miramar, la Jaiba Brava responde al llamado del ‘Chima’ Ruiz, transformando dunas en desafíos y cada entrenamiento en un paso hacia la gloria.
El fútbol, como la vida, está lleno de nuevos comienzos. Para la Jaiba Brava, este martes marcó el inicio de una nueva era bajo la dirección de Marco Antonio «Chima» Ruiz. En la emblemática Playa Miramar de Ciudad Madero, el viento salado y las dunas se convirtieron en el escenario de la primera prueba: un entrenamiento que no solo buscaba fortalecer cuerpos, sino también renovar espíritus.
Los jugadores celestes se presentaron puntuales, con la mirada fija en el horizonte y el peso del escudo en el pecho. La cita a las 16:00 horas no era solo una rutina; era el inicio de una travesía. El calor del balón y el esfuerzo compartido rompieron con el frio del aire de Playa Miramar, mientras el sonido de las olas marcaba el compás de su primer desafío bajo el mando del «Chima».
La arena blanda se convirtió en un rival silencioso. Subir y bajar las pequeñas colinas fue más que un ejercicio de fuerza y velocidad: fue un símbolo de la lucha contra la adversidad. Con cada paso, los celestes reafirmaban su compromiso con el equipo, dejando claro que están dispuestos a sudar cada gota por sus colores y por su gente.
Marco Antonio «Chima» Ruiz no llegó solo. Su equipo técnico, conformado por Antonio Torres Servín, José Daniel Cruz Vargas, José Cruz Jiménez y José de Jesús Torruco, se perfila como el grupo de sabios que guiarán a los jugadores en esta épica temporada. Su experiencia y liderazgo serán clave para transformar a un grupo de talentosos futbolistas en una verdadera escuadra heroica.
El Clausura 2025 de la Liga BBVA Expansión MX no será sencillo. Como en todo viaje del héroe, el camino estará lleno de pruebas. Las dobles sesiones de entrenamiento en diferentes puntos de la ciudad son el preludio de los duelos que vendrán. Cada ejercicio, cada táctica ensayada, es una herramienta para superar los obstáculos que se avecinan.
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Pero el héroe nunca viaja solo. La Jaiba Brava lleva consigo el corazón de su afición, esa marea azul que nunca deja de rugir. La conexión con los aficionados, representada en cada entrenamiento y en cada esfuerzo en la arena, es el motor que impulsa a este equipo hacia la gloria. El «Chima» lo sabe, y sus primeros pasos ya demuestran su compromiso por fortalecer ese vínculo.
Así concluyó el primer día de pretemporada: con sudor, unidad y esperanza. El inicio de la era del «Chima» Ruiz está marcado por un mensaje claro: este equipo está dispuesto a dejar todo en la cancha y a escribir una nueva historia en el libro del fútbol maderense. La aventura apenas comienza, pero ya hay un aroma a épica en el aire. ¡Que ruja la Pasion Celeste de la Jaiba Brava!
Mientras, en la que recién comenzó acumula tres indetenibles en ocho turnos legales, incluidos un doblete, cuatro carreras anotadas y el remolque citado. De esa forma, muestra una línea ofensiva de .375/.722/.500 (AVE/OBP/SLG).