La dura realidad de Vaqueros de Dallas tras la derrota ante los 49ers, La derrota por 30-24 ante los 49ers no solo se sintió en el marcador
La derrota por 30-24 ante los 49ers no solo se sintió en el marcador; fue una bofetada en la cara de un equipo que esperaba más.
Desde el inicio de la temporada, los Cowboys fueron considerados favoritos en la NFC Este, pero la realidad de un récord negativo está comenzando a golpear. El entrenador en jefe, Mike McCarthy, había minimizado la importancia de este partido como un posible punto de inflexión, pero la actuación del equipo sugirió lo contrario.
La frustración era palpable, y fue evidente cuando Trevon Diggs salió del vestuario con su uniforme intacto, dispuesto a confrontar a un reportero sobre críticas en redes sociales.
Dak Prescott, quarterback del equipo, expresó la frustración que se siente dentro del vestuario. “La frustración es muy alta, pero tenemos la determinación de salir de este hoyo”, declaró Prescott.
Este es un momento crucial para él, ya que los Cowboys necesitan urgentemente revertir su situación antes de que sea demasiado tarde. Con partidos clave ante Atlanta y otros equipos con récord ganador, cada juego cuenta y podría ser la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Uno de los aspectos más preocupantes de la derrota fue la defensa terrestre de los Cowboys. Actualmente, Dallas es el equipo con peor desempeño en este aspecto en toda la NFL, lo que pone en evidencia una de las principales debilidades del equipo.
Este problema no es nuevo; se ha arrastrado durante toda la temporada y, si no se soluciona pronto, podría ser la ruina del equipo.
A pesar de las dificultades, el pateador Brandon Aubrey ha mostrado destellos de esperanza. Aunque su único gol de campo fue de 29 yardas, logró convertir los puntos extra. Sin embargo, su error en una patada de salida que rebotó a la yarda 20 le costó a los Cowboys una posición crucial en el campo. Este tipo de errores son inaceptables para un equipo que busca recuperar la confianza.
El receptor All-Pro CeeDee Lamb finalmente tuvo su primer juego de 100 yardas de la temporada, con 146 yardas y dos touchdowns. Sin embargo, su conexión con Prescott aún tiene altibajos, y esto podría ser un factor clave en el futuro inmediato del equipo.
La química entre el mariscal de campo y su receptor principal es fundamental si quieren tener éxito en los próximos encuentros.
Con el esguince de tobillo que ha mantenido a Micah Parsons fuera de juego durante tres partidos, la defensa de Dallas se ha visto debilitada. La recuperación de Parsons será crucial si los Cowboys quieren aferrarse a sus esperanzas de playoffs. Además, el cornerback Amani Oruwariye también dejó el partido con una lesión en la espalda, lo que complica aún más la situación del equipo.
Dallas se prepara para enfrentarse a Atlanta, un equipo que ha demostrado ser fuerte en la NFC Sur. La próxima serie de partidos será un verdadero test de carácter para los Cowboys. Si pueden encontrar la manera de superar las adversidades y volver a su forma ganadora, aún pueden tener una oportunidad de volver a la senda del éxito. Pero si los problemas persisten, la temporada podría desvanecerse rápidamente en una crisis.