Abruptos altibajos de la temporada dejan a Prescott y a Vaqueros de Dallas con mucho qué reflexionar durante su semana de descanso
Dak Prescott y los Vaqueros de Dallas han tenido una abrupta fluctuación durante los primeros seis partidos, por lo que tendrán que reflexionar sobre eso durante su semana de descanso, tal vez, la mejor ilustración son los dos recientes destellos de su mariscal.
Después de jugar en Pittsburgh a la media noche del domingo y madrugada del lunes debido a que se retrasó el partido por la lluvia, el lanzamiento ganador de Prescott en los últimos segundos coronó un cuarto período con una victoria por marcador de 20-17 hace casi dos semanas.
El pasado fin de semana, en el confortable Estadio AT&T, la intercepción inicial de Prescott provocó la peor derrota en casa desde antes de que Jerry Jones, el dueño del equipo, lo adquiriera en 1989 –por marcador de 47-9 ante los Leones de Detroit.
Así que, los Vaqueros tienen un récord de 3-3, de .500 sin ganar en casa y una marca perfecta como visitantes, con una ofensiva que no parece encontrar el ritmo y una defensa que se ve sólida una semana y a la siguiente está entre las peores de la NFL.
Eso genera una duda para los campeones defensores del Este de la Conferencia Nacional, que han calificado para jugar en playoffs con 12 victorias durante tres años consecutivos, de cara a lo que será un importante partido para ellos en San Francisco, el 27 de octubre.
“¿Por qué hemos tenido este altibajo? ¿Por qué tuvimos esa buena actuación hace siete días a la 1 de la madrugada y luego venimos a casa y jugamos como lo hicimos?”, preguntó el entrenador Mike McCarthy.
“Esas son las cosas en las que tenemos que trabajar y enfocarnos. Al final de cuentas, si no creemos que es culpa nuestra, eso incidirá en quiénes somos, qué hacemos, cómo lo hacemos y no vamos a poder llegar a donde queremos ir”.
McCarthy está en el último año de su contrato, y tal vez no haya nada para él en Dallas después de este año si los Vaqueros no llegan más allá durante la postemporada, ya que no han ganado un Super Bowl desde 1995.
Prescott y el receptor All-Pro CeeDee Lamb van a estar jugando más tiempo que eso, ya que ambos recibieron unas cuantiosas ampliaciones a su contrato antes del partido inaugural de la temporada.
En dos ocasiones cuando los han derrotado los Leones, Jones ha dicho que no está considerando un cambio de entrenadores. La segunda ocasión, él descartó que sucediera durante la temporada.
Las respuestas de McCarthy han quedado cortas acerca de su empleo, aun cuando le preguntaron sobre las sólidas palabras de apoyo de Prescott.
“Yo creo que eso demuestra cómo se siente y también habla de nuestra relación”, dijo McCarthy. “El apoyo es muy agradable, deberíamos de darlo más seguido”.
Prescott y Lamb han tenido por lo menos dos momentos tensos en la lateral del campo, y esa desconexión ha quedado clara en por lo menos un lanzamiento en cada partido. Los abucheos sonaron fuerte después del partido contra los Leones.
Lamb no asistió a todo el campamento de entrenamiento, ya que estaba negociando el nuevo contrato que finalmente se logró.
Ahora, sigue buscando su primer partido de 100 yardas después de acumular ocho la temporada pasada.
Prescott ha perdido la posesión del balón en cinco ocasiones en los dos últimos partidos –con cuatro intercepciones y un balón suelto– por lo que los Vaqueros están con un margen de menos 6, cerca del fondo de la NFL, después de terminar por lo menos con más 10 en cada una de las tres últimas temporadas.
La que había sido una de las mejores ofensivas de la liga durante una participación en el playoff en tres años, ahora está a la mitad de la tabla de posiciones, con el peor juego terrestre.
“No quiero decir de ninguna manera que tengo que jugar perfectamente”, dijo Prescott. “Pero tengo que jugar mejor”.
Los Vaqueros han concedido 460 yardas por partido en casa, siendo hasta ahora el mayor número en tres partidos en la historia de la franquicia.
La defensa de Dallas ha sido buena y en algunas veces dominante, como visitantes.
Nueva Orleans realizó anotaciones en sus primeras seis jugadas en el partido inaugural en Dallas y los Leones consiguieron puntos en las primeras nueve veces que trataron de anotar. La excepción fue cuando el mariscal se arrodilló al final de la primera mitad.
“Cuando hemos tenido una mala actuación ha sido de manera arrolladora”, comentó Mike Zimmer, coordinador defensivo que lleva un año en ese puesto, y cuya unidad ha generado cinco intercepciones después que las defensas de Dan Quinn lograron 93, o sea, casi dos por partido, en tres temporadas. “Esto va de mal en peor”.
Dallas tiene una defensa comprometida. Los dos destacados acosadores del mariscal están fuera, los Vaqueros esperan que el dos veces All-Pro Micah Parsons juegue nuevamente contra los 49ers después de estar fuera dos partidos debido a un esquince en el tobillo.
El apoyador Eric Kendricks, quien jugó en Minnesota cuando Zimmer era entrenador en jefe, no estuvo en el partido contra Detroit debido a las lesiones.
Al igual que el esquinero DaRon Bland, quien estableció un récord en la NFL con cinco regresos de intercepciones para anotación durante la temporada pasada.
Está esperando hacer su debut en la temporada después de haberse sometido a una cirugía debido a una fractura de estrés en el pie que sufrió al final de la pretemporada.
El optimismo de Prescott de que habrá un cambio está basada en dos temporadas.
En el 2018, el récord inicial de 3-5 se convirtió en 10-6 al final de la temporada con una primera victoria en el playoff en su carrera.
La temporada pasada, la paliza que recibieron de los 49ers ocurrió dos semanas antes del descanso, Dallas ganó seis de siete después de esa semana fuera.
“He estado en peores situaciones, creo que lo mismo les pasa a los equipos y siguen adelante”, dijo Prescott. “Se trata de mantenernos unidos. Creo que después de una derrota como ésta, no hay mejor momento para probar el carácter”.