Casadó llegó al Barcelona FC en 2013, responde al perfil intenso y aporta el equilibrio ataque-defensa que todo equipo precisa
Marc Casadó, capitán del Barça ‘B’ no hace ruido y sigue esperando su momento, pero pasan las semanas y este sigue sin llegar. El vallesano acumula un total de 34 convocatorias con el primer equipo, pero su debut en el campeonato doméstico todavía se resiste. Casadó es poco menos que invisible a los ojos de Xavi y, a día de hoy, el futuro del centrocampista es una incógnita.
A sus 20 años, el de Sant Pere de Vilamajor viene demostrando que la Primera RFEF le queda pequeña. Pieza indiscutible para Rafa Márquez ya desde la campaña pasada, su sola presencia en el mediocentro ordena al filial. A diferencia del curso anterior, además, las permanentes convocatorias esta temporada con el primer equipo le están restando continuidad con el Barça Atlètic. Sin que ello suponga ningún premio en forma de minutos a las órdenes de Xavi.
Casadó llegó al club en 2013, responde al perfil intenso y aporta el equilibrio ataque-defensa que todo equipo precisa. Es precisamente la vitola de jugador de corte defensivo y juego sencillo la que puede estar jugando en su contra, ya que parece que en el club no acaban de confiar en, al menos, brindarle una oportunidad. Xavi no lo ha hecho hasta ahora y este sábado en Vitoria optó por probar a Christensen por delante de la defensa.
En lo que va de curso, Casadó ha disputado dos ratos con el primer equipo. Ambos en Champions. Fueron ocho minutos ante el Shakhtar en Montjuïc y 14 en Bélgica frente al Amberes en un envite ya intrascendente para los azulgranas. Desde entonces, y pese a las bajas y los problemas de rendimiento de Oriol Romeu, Marc no ha vuelto a participar.
La amarga realidad de Casadó contrasta con las aceleradas irrupciones de jugadores como Fort, Cubarsí o Lamine. Mientras otros saborean la gloria, el de Sant Pere de Vilamajor sigue esperando que le llegue el turno para poder demostrar que puede ser de mucha utilidad en la plantilla azulgrana. Su contrato expira a final de curso y aunque hay una opción de extenderlo hasta 2025, la realidad es que el futuro del centrocampista es cada vez más una incógnita.
Al Barça le consta que hay equipos interesados en Marc, por lo que todo apunta a que dicha situación debe resolverse más pronto que tarde. Hacia un lado o hacia otro. Es cierto, también, que el cambio en el banquillo culé de cara a la próxima temporada supone una modificación muy a tener en cuenta del decorado.