Jerry Jones ha visto a sus Vaqueros de Dallas capitular a las primeras de cambio en los playoffs dos veces.
El dueño y gerente general del club sufrió el pase atrapado de Dez Bryant que no fue en Green Bay cuando Dallas parecía encaminado para ir lejos, pero perdió el duelo divisional ante los Empacadores por esa decisión.
De todas formas, cuesta imaginarse un fracaso en la postemporada más doloroso que la derrota 48-32 el domingo en la ronda de comodines ante Green Bay, en los 28 años que han transcurrido desde la última vez que los Vaqueros alcanzaron la final de la NFC.
“No quiero ponerlo en un ranking”, expresó Jones afuera del abatido camerino de Dallas. “Pero les digo que esto supera mi comprensión”.
Los Vaqueros (12-6) tenían la oportunidad de disputar dos partidos de la postemporada en casa, precedido por una racha de 16 victorias en el AT&T Stadium. Los Empacadores acabaron 6-2 para llevarse el último boleto para los playoffs de la NFC.
Dallas cuenta con siete jugadores con cartel de Pro Bowl, cuatro de ellos como All-Pro. Los Empacadores no tienen a nadie como Pro Bowl y el inexperto quarterback Jordan Love se bautizó en los playoffs.
Dak Prescott acabó lanzado costosas intercepciones, incluyendo una que acabó en una anotación. La defensiva de Dallas que se luce provocando pérdidas de balón y derribos no hizo nada. Incluso antes del final del partido, con los Empacadores arriba 27-0 y 48-16, los comentaristas empezaron a especular con la salida del entrenador en jefe Mike McCarthy.
No se esperan noticias inmediatas en ese frente por parte de Jones. McCarthy cumplía ayer con el trámite de las entrevistas con los jugadores al término de la temporada y no hablará con la prensa hasta que acabe.
No hay nada raro en ello, pero si el encuentro con los medios no se realiza en los próximos días, pues se podría estar repitiendo algo que ha ocurrido previamente con un entrenador de Dallas.
Después de la temporada de 2019, Jason Garrett pasó una semana en el limbo con un contrato que expiraba, y nunca habló con la prensa. Los Vaqueros entrevistaron a McCarthy incluso antes de reconocer que Garrett no iba a seguir.
A McCarthy le queda un año en su contrato, y acaba de completar su primera temporada como responsable de mandar las jugadas a Prescott luego que Dallas se desprendió de Kellen Moore tras la derrota en la ronda divisional la pasada temporada en San Francisco.
Campeón del Super Bowl y artífice de otras tres campañas en la que avanzaron lejos en la postemporada con los Empacadores, McCarthy ha estado al frente en tres temporadas seguidas de 12 victorias y los playoffs con los Vaqueros.
“Es algo que reciente para mí como para todos los demás, pero no voy a abordar ningún aspecto”, dijo Jones, quien suele hablar con una radio el martes posterior al final de la temporada. “Ya sea desde los coaches a los jugadores”.
Como McCarthy, Prescott entra al último año de su contrato. Con ocho años como profesional, el contrato de Prescott impactará hasta 59.45 millones de dólares en el tope salarial, un monto que únicamente podría mitigarse mediante una extensión.
Los Vaqueros tendrán que preguntarse si deben reinvertir en un jugador que ha sido candidato al MVP de la NFL en un par de ocasiones en su carrera, incluyendo esta temporada, pero que no ha logrado rendir consistentemente en la postemporada.