La tarjeta roja redonda, una versión especial de la tarjeta de expulsión convencional, ha generado curiosidad y debate en el mundo del fútbol. Esta particularidad ha despertado teorías y especulaciones sobre su uso por parte de algunos árbitros en partidos de este deporte.
Una de las teorías que circulan en torno a esta tarjeta sugiere que su forma circular puede ser beneficiosa para jugadores con problemas de visión, especialmente aquellos que enfrentan dificultades para distinguir colores, incluyendo tonos de piel. La peculiaridad de la tarjeta podría ayudar a resolver este problema, ya que sus propiedades distintivas, al ser distintas a las convencionales, permitirían al jugador identificar de manera más clara si está siendo advertido o expulsado.
Otra explicación sobre el uso de la tarjeta roja redonda en el ámbito futbolístico y otros deportes apunta a que mostrar una tarjeta con una forma diferente a la estándar que se saca del bolsillo del árbitro podría contribuir a evitar errores de juicio o arbitraje, otorgando mayor claridad en la comunicación de la decisión tomada.
Esta variante de tarjeta no es nueva y ha sido utilizada en encuentros pasados. Por ejemplo, en un partido de la Copa FA entre Wrexham y Sheffield United en enero de 2023, Dean Whitestone mostró una tarjeta roja redonda a Daniel Jebison.
Este hecho no es una rareza aislada, ya que ya en 1997, el árbitro Uriah Rennie también empleó este tipo de tarjeta en una situación similar.
El uso de esta tarjeta ha abierto debates en el ámbito futbolístico sobre su conveniencia y efectividad, generando interés y especulación en torno a su propósito exacto y su posible implementación en otros ámbitos del deporte.