Los Vaqueros de Dallas buscan llegar a su novena victoria de la temporada ante los Seahawks que han sido algo irregulares
Con el AT&T Stadium convertido en una fortaleza, los Cowboys reciben a los Seahawks con la intención de sumar su cuarta victoria de manera consecutiva y mantenerse con opciones de darle alcance a los Eagles en la cima de la división Este de la Conferencia Nacional. Dallas no pierde en su estadio desde el partido inaugural de la campaña 2022, cuando cayeron ante los Buccaneers de Tom Brady. A eso, y al buen momento que vive, se aferra para derrotar a un rival que históricamente se le ha complicado.
La estadística no miente, los Cowboys solo han ganado uno de sus últimos cinco partidos ante Seattle. Es cierto, sin embargo, que dicha seguidilla se dio cuando Russell Wilson comandaba los controles de la ofensiva de los Halcones Marinos, un quarterback que suele crecerse ante sus rivales directos. El presente parece favorecer a Dallas en dos vías. La primera corresponde a un mérito propio; es decir, el gran momento que vive el equipo de Mike McCarthy. Se ha convertido en una auténtica aplanadora en ambos lados del balón y con un récord de 8-3. La segunda va más del lado del rival, con unos Seahawks que llegan de capa caída y con la carga de dos derrotas en fila, para una marca de 6-5.
La claves del buen momento del equipo de la Estrella Solitaria son varias. Aunque es cierto que el mariscal de campo Dak Prescott se lleva todos los reflectores. El quarterback atraviesa su mejor momento en años al ubicarse entre la élite de la liga, con 23 pases de touchdown por apenas seis intercepciones. Este último punto una de sus cuentas pendientes la campaña pasada, cuando encabezó la lista con 15 entregas de balón.
Prescott ha encontrado múltiples socios en esa aceitado ataque, con el receptor CeeDee Lamb como su principal cómplice. El egresado de Oklahoma se encamina a lo que puede ser su mejor temporada, al acumular 1066 yardas y seis touchdowns. Dallas buscará aprovechar la irregularidad de la defensiva de los Seahawks, rankeada en el lugar 22 para frenar el pase, con un promedio de 230.7 yardas por partido.
Del otro lado, por segunda semana consecutiva, Geno Smith enfrentará a una de las mejores defensivas de toda la NFL. Ante San Francisco sufrió seis capturas, y no parece que las cosas vayan a cambiar ante una frontal poderosa donde destaca la presencia de Micah Parsons, quien suma nada menos que 11.5 capturas de mariscal de campo.
Los números de Smith han ido claramente a la baja. El quarterback no ha podido mantener el extraordinario nivel mostrado en la campaña pasada, donde se ubicó entre lo mejor. En la presente temporada el quarterback ha lanzado 12 pases de touchdown por ocho intercepciones. Estos números muy alejados de lo que se espera de un quarterback capaz de llevar a su equipo a lo más alto.
La gran duda radica en saber si el corredor Kenneth Walker finalmente pueda ver acción, tras una lesión en el oblicuo. El jugador de segundo año es parte importante del esquema de Carroll, como aquel que da respiro a un ataque aéreo de poderosas armas como DK Metcalf y Tyler Lockett, un tanto apagados en estos últimos partidos.