Dak Prescott de Vaqueros de Dallas tuvo una gran actuación con cuatro pases de touchdown a cuatro jugadores distintos.
El Día de Acción de Gracias marca el inicio de la cuenta regresiva hacia los playoffs, y a partir de ahora las derrotas comienzan a ser más costosas porque generalmente se disputan más duelos divisionales que en cualquier otra época del año, por lo que este día no fue la excepción, con tres duelos divisionales en la Conferencia Nacional que estuvieron marcados por dos palizas y una sorpresa, y los Vaqueros de Dallas marcaron la diferencia.
En el primer juego de la jornada los Detroit Lions eran amplios favoritos para vencer en el Ford Field a los Green Bay Packers, pero estuvieron abajo en el marcador desde la primera serie del partido y realmente no mostraron el espíritu combativo de otras semanas. De hecho, Green Bay llegó a tomar una ventaja 23-6 en la primera mitad luego de capitalizar las tres entregas de balón que tuvo el quarterback de Detroit, Jared Goff.
Los Packers lograrán reclamar un boleto de comodín en los playoffs de la Conferencia Nacional, pero al menos esta temporada ya aseguraron que no serán barridos por dos de sus tres rivales en la NFC Norte. Para los Lions, esta es una llamada de atención de que no pueden bajar el ritmo a partir de ahora porque el sueño de llegar lejos en los playoffs se puede esfumar muy rápido.
Por la tarde fue el turno de los Vaqueros de Dallas, otro protagonista tradicional del Día de Acción de Gracias, que no tuvieron problemas para arrollar 45-10 en casa a los Washington Commanders en un juego entre rivales de la NFC Este.
Dak Prescott tuvo una gran actuación con cuatro pases de touchdown a cuatro jugadores distintos: Brandin Cooks, CeeDee Lamb, KaVontae Turpin y Rico Dowdle. Sin embargo, el gran protagonista de la noche fue el esquinero DaRon Bland.
El back defensivo interceptó un pase de Sam Howell en el último cuarto y devolvió el balón 63 yardas hasta las diagonales para hacer historia en la NFL y en la franquicia. Bland se convirtió en el primer jugador en la historia de la NFL en devolver cinco intercepciones para touchdown en una misma temporada y se convirtió en el líder histórico en la franquicia de los Cowboys en ese departamento.