Sabemos que recibir el diagnóstico es una situación difícil. Pero los tratamientos hoy permiten la misma calidad de vida para los seropositivos.
Recibir un diagnóstico de VIH puede ser una noticia que cambie su vida. Al igual que con otras condiciones médicas críticas, las personas pueden tener muchos diferentes sentimientos al saber que están viviendo con VIH.
Usted puede estar enojada o confundida, o sentir otras emociones incómodas. Usted también puede estar pensando en lo que debe hacer ahora y cómo este diagnóstico afectará sus planes para el futuro.
Puede que no cambie cómo se siente ahora, pero es importante mencionar que las personas viviendo con VIH pueden vivir el mismo tiempo que cualquier otra persona en lugares donde los medicamentos para el VIH están ampliamente disponibles.
El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) no tiene síntomas. De hecho, dos de cada diez personas infectadas con el virus no lo saben.
La única manera de determinar si alguien se infectó con el VIH es con un test de sangre que detecta la presencia de anticuerpos al VIH.
Como una vez contraído el virus los anticuerpos tardan entre tres o cuatro semanas en detectarse, existe un período ventana en el cual el análisis puede dar negativo y es por eso que se recomienda repetirlo si hubo una situación de riesgo y no pasó al menos un mes.
Recibir un diagnóstico positivo es una situación difícil para la mayoría de las personas. Si bien el paradigma del tratamiento del VIH y de la aceptación social de la enfermedad cambiaron drásticamente en los últimos 20 años, el paciente lógicamente puede sentirse sobrepasado y también tener muchas dudas e inquietudes.
Lo primero que debe saber es que tener VIH no significa tener SIDA. El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) es la etapa más avanzada de la enfermedad, a la que se llega si la persona no recibe tratamiento o no toma los cuidados indispensables para su salud. Actualmente, con la disponibilidad de tratamientos que existen, el SIDA se ha convertido en una enfermedad crónica, a diferencia de cuando aparecieron los primeros casos, que era irremediablemente mortal.
El primer paso ante un diagnóstico positivo, incluso si no hay ningún síntoma, es consultar a un médico especialista, quien indicará realizar una evaluación inicial del estado de salud del paciente que permitirá saber cuánto progresó la infección e indicar el esquema terapéutico más adecuado para el paciente.
Con el correr de los años, y gracias a la investigación científica y la innovación farmacéutica, los tratamientos antirretrovirales han mejorado notablemente su efectividad y reducido sus efectos adversos. No existe aún un tratamiento que permita curar la infección con VIH, pero los antirretrovirales evitan la multiplicación del virus y reducen su carga en el cuerpo, con lo cual las personas seropositivas pueden hoy vivir más, tener una mejor calidad de vida y reducir el riesgo de transmisión.
Es muy importante que el paciente respete los esquemas de tratamiento y las indicaciones de su médico. Deberá tomar la medicación todos los días toda su vida, si lo hace correctamente tendrá una expectativa y calidad de vida similar a quien no es seropositivo.
Muchas personas luego del diagnostico, se sienten tan afligidos que su salud mental se ve tan afectada, que incluso llegan a no verle caso a seguir con los estudios y medicamentos.
Contar con una guia profesional o con el apoyo de familiares y amigos es esencial para seguir a adelante luego del diagnostico.
Las acciones promovidas por el Doctor Jorge Sebastián Hernández Rodríguez, Jefe del departamento de prevención y control del VIH/SIDA- ITS, podrían ayudarte a tener una idea más clara de aceptación.
Si deseas mantenerte informado y conocer las formas de transmisión de VIH y cuáles no son las formas de transmisión, visita la pagina de conoce PREP y PEP VIH .
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