Cuando los pensamientos no deseados o comportamientos repetitivos toman control del cuerpo. Conoce más sobre este trastorno.
Las personas que están angustiadas debido a pensamientos recurrentes, no deseados e incontrolables, o que se sienten impulsadas a repetir comportamientos específicos pueden tener el trastorno obsesivo compulsivo.
Los pensamientos y comportamientos que caracterizan a este trastorno pueden interferir en la vida diaria, pero el tratamiento puede ayudar a las personas a controlar sus síntomas.
El trastorno obsesivo-compulsivo es un trastorno crónico (duradero) frecuente que se caracteriza por pensamientos incontrolables y recurrentes (obsesiones) que pueden llevar a las personas a tener comportamientos repetitivos (compulsiones).
Si bien hay momentos en que todos nos preocupamos o sentimos la necesidad de volver a revisar las cosas, los síntomas asociados con este trastorno son graves y persistentes. Estos síntomas pueden causar angustia y dar origen a comportamientos que interfieren en las actividades cotidianas.
Las personas con trastorno obsesivo-compulsivo pueden sentir la necesidad de revisar las cosas repetidamente o realizar rutinas durante más de una hora diaria como una forma de lograr un alivio temporal de la ansiedad.
Si no se tratan los síntomas del trastorno, estos comportamientos pueden interrumpir el trabajo, la escuela y las relaciones personales, y también pueden causar sentimientos de angustia.
Los síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo tienden a aparecer durante la niñez, aproximadamente a los 10 años, o en la edad adulta joven, alrededor de los 20 a 21 años, y a menudo aparecen antes en los niños que en las niñas. En la mayoría de las personas, este trastorno se diagnostica a principios de la edad adulta.
Las personas con trastorno obsesivo-compulsivo pueden tener obsesiones, compulsiones o ambas cosas.
Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes mentales que se repiten y provocan ansiedad. Las obsesiones comunes incluyen:
Las compulsiones son comportamientos repetitivos que una persona siente la necesidad de hacer como respuesta a un pensamiento obsesivo. Las compulsiones comunes incluyen:
No todos los rituales o hábitos son compulsiones. Hay momentos en que todas las personas vuelven a comprobar las cosas. En general, las personas con este trastorno:
Algunas personas con trastorno obsesivo-compulsivo también tienen un trastorno de tics. Los tics motores son movimientos repentinos, breves y repetitivos, como parpadeo y otros movimientos de los ojos, muecas faciales, encogimiento de los hombros y espasmos en la cabeza o los hombros. Los tics vocales comunes incluyen sonidos repetitivos de carraspeo, olfateo o gruñidos. Las personas con este trastorno frecuentemente también han sido diagnosticadas con algún trastorno del estado de ánimo o de ansiedad.
Por lo general, el tratamiento para el trastorno obsesivo-compulsivo incluye tipos específicos de psicoterapia (como la terapia cognitiva-conductual), medicamentos o una combinación de ambos. Un profesional de la salud mental puede hablarle sobre los beneficios y los riesgos asociados con las diferentes opciones de tratamiento y ayudarlo a identificar el mejor tratamiento para usted. A veces, las personas con trastorno obsesivo-compulsivo también tienen otras enfermedades mentales, como ansiedad, depresión y trastorno dismórfico corporal, un trastorno en el que erróneamente se cree que una parte del cuerpo es anormal. Es importante tener en cuenta estos otros trastornos al tomar decisiones sobre el tratamiento.
Es importante seguir su plan de tratamiento porque tanto la psicoterapia como los medicamentos pueden tardar cierto tiempo para funcionar. Aunque no existe una cura para el trastorno obsesivo-compulsivo, los tratamientos actuales ayudan a muchas personas a controlar sus síntomas, a participar en actividades cotidianas y a llevar una vida plena y activa.
Si necesitas ayuda, la psicóloga Camila Cortina puede ayudarte, visita su página oficial para obtener más información.