Expertos avisan de que existe una relación «directa» entre los problemas de sueño y la salud mental.
Dormir bien es como que te toque la Lotería. En estos momentos resulta complicado dar con una persona que asegure dormir plácidamente todas las noches, sin sobresaltos, y esto ocurre principalmente por todo el estrés y preocupaciones que tenemos a lo largo del día.
Por una parte porque los trastornos del sueño influyen de forma significativa en nuestro estado emocional y cognitivo, y a la vez, nuestro estado emocional y nuestros pensamientos inciden sobre la calidad de nuestro sueño.
Por lo tanto, la relación es directa y debemos conocer las herramientas y tratamientos para solucionar el problema para poder ver una mejora en nuestra salud mental.
«El insomnio en los síntomas mentales tiene una complejidad importante, precisamente por los múltiples factores que influyen bidireccionalmente (la salud mental en el insomnio y el insomnio en la salud mental).
Muchas veces las personas intentamos solucionarlo por nuestra cuenta llevando a cabo medidas que funcionan solo a corto plazo, pero que a mediano plazo lo empeoran y hacen de esto un problema cada vez más difícil de solucionar. Por ello, es clave incidir que el insomnio no es sinónimo de utilizar pastillas para inducir o mantener el sueño.
En el caso de un insomnio crónico, el tratamiento de elección cuando lo usamos es la terapia cognitivo conductual dentro de un programa estructurado», explican los expertos de la Clínica López Ibor.
Las personas con insomnio crónico tienen unos niveles de ansiedad más altos y sufren alteraciones en áreas del funcionamiento cognitivo.
Los expertos calculan que cerca del 15 por ciento de la población adulta presenta insomnio, y han incidido en la necesidad de realizar un abordaje del insomnio como forma de promoción de la salud y prevención de la enfermedad mental.
Carmen Martín, psiquiatra del Hospital Santiago de Vitoria, puntualiza que el insomnio “no es dormir mal una noche o no dormir, sino que es la dificultad de conciliación o mantenimiento del sueño o producción de sueño no reparador que se mantiene a lo largo del tiempo y que repercute en la funcionalidad del día a día”.
Según explica esta especialista, “las personas con insomnio crónico presentan con mayor frecuencia dificultad en la gestión emocional, niveles de ansiedad más elevados y peor nivel de salud autopercibido, así como alteración de la capacidad de atención y la velocidad de procesamiento”.
Los síntomas mentales se relacionan con una disminución de la capacidad de mantener una atención plena en el trabajo, afirma la doctora Carmen Martín. Además, puede causar un mayor riesgo de desarrollo de determinados trastornos mentales.
Los especialistas recomiendan dedicar tiempo y esfuerzo a cuidar la calidad del sueño. En caso de insomnio crónico, es necesario tratarlo de forma específica para evitar que a largo plazo genere malestar o complicaciones a nivel mental.
Entre ellos está las alteraciones del sueño y de la cognición, además de otros trastornos como ansiedad, depresión e ideas suicidas, así como trastorno por consumo de opiáceos, drogas y alcohol.
Si necesitas ayuda, la psicóloga Camila Cortina puede ayudarte, visita su página oficial para obtener más información.