La franquicia angelina ha perdido contra Raptors con la ausencia de sus dos estrellas
Los Angeles Lakers parecen estar viviendo una montaña rusa durante la presente temporada de NBA. Tras un muy mal arranque de campaña en el que la franquicia angelina perdió 10 de su primeros 12 encuentros, el equipo, liderado por unos estelares LeBron James y Anthony Davis, consiguió remontar logrando una loable racha de 8-2 en los siguientes 10 partidos.
Sin embargo, cuando todo parecía ir sobre ruedas, las malas noticias llegaron con la derrota del pasado miércoles contra Cleveland Cavaliers, ya que, además de perder el partido, los Lakers también sufrieron dos bajas importantísimas en sus dos hombres claves: LeBron James -por una dolencia en su tobillo izquierdo- y Anthony Davis que, según informaron diversos medios estadounidenses, tiene gripe. Como comentamos, sus bajas fueron claves en la derrota contra los Cavs, pero también lo han vuelto a ser esta madrugada en el partido contra Toronto Raptos que los canadienses han ganado por 126 a 113.
En este sentido, como comentamos, Los Angeles Lakers han echado en falta el peso ofensivo de LeBron y Davis y lo han terminado pagando caro. Algo que, por otro lado, no han hecho los Boston Celtics de Jayson Tatum, a pesar de que visitaban una de las pistas más complicadas de la NBA, como lo es la de los Phoenix Suns (hasta esta madrugada, líderes de la Conferencia Oeste en la que participan los Lakers). En este sentido, los de Boston demostraron su enorme superioridad y ganaron a los Suns por 98 a 125.
Un hecho que, desde luego, debe alarmar a Los Angeles Lakers, ya que, en menos de una semana, los dos equipos se enfrentarán en un partido más de la rivalidad más reconocida en la NBA. Por lo pronto, con 17 victorias en los últimos 19 partidos, resulta evidente que los Celtics partirán como favoritos en el choque. En cualquier caso, como ha quedado demostrado esta madrugada, gran parte de las opciones que puedan tener los californianos de hacer un buen papel, pasará por la disponibilidad de Anthony Davis y LeBron James. Sin ellos, ya ha quedado demostrado que los Lakers pierden muchísimo potencial.