Para esas personas que estuvieron ahí, es complicado rememorar “el momento” como un punto de inflexión, un acontecimiento importante en la narración de los Cowboys de Dallas.
Sin embargo, allí estaba: Stripper Bubbles Cash, que una vez había trabajado para Jack Ruby (dueño de un centro nocturno en Dallas y quien quitó la vida al asesino del mandatario Jon F. Kennedy, Lee Harvey Oswald).
Era el 5 de noviembre de 1967, un fresco domingo de otoño, una vez que solo unas escasas horas luego de la misa de domingo, la Revolución Sexual alcanzó Dallas.
La muchedumbre se regresó loca, los hombres adultos actuaron por un rato como si tuvieran 15.
Ignoraron la acción en el campo, donde los Cowboys estaban azotando a los Falcons de Atlanta 37-7 en el camino a aterrizar en el juego de campeonato que perdieron frente a los Packers de Green Bay en lo cual se conoció como el “Ice Bowl”.
La soberbia de Bubbles pasó la página de la narración de los Cowboys, tanto como lo hizo el Ice Bowl, con el entonces mandatario y gerente general Tex Schramm luciendo paralizado por lo cual se estaba desarrollando en las gradas abajo de él.
Menos de 2 años más tarde, los Cowboys determinaron que tener alumnos masculinos y femeninos de secundaria como porristas rudimentarios, apodados “CowBelles & Beaux”, era un criterio acreedor de ser criticado.
Los hombres fueron exterminados de la lista del conjunto de animación, instante en el cual la unidad se logró exitosa para toda la vida por su denominación oficial, las porristas de los Cowboys de Dallas.
Sin embargo, ha sido hasta 1972, una vez que un coreógrafo contratado por el legendario fundador Dee Brock ayudó en el cambio de imagen de porristas de los Cowboys.
El América, con este resultado, siete victorias al hilo y ocho sin conocer la derrota.