Los niños con autismo tienen la posibilidad de acceder a servicios educativos y pedagógicos que los ayuden a desarrollar sus habilidades.
El trastorno del espectro autista (TEA) o autismo es una discapacidad del desarrollo causada por diferencias en el cerebro. Hoy en día es algo muy común en los niños y es posible incluirlos a una vida social común, según su nivel de gravedad.
La posibilidad de acceder a servicios educativos, pedagógicos y de apoyo tienen un efecto beneficioso, ya que hasta los niños con autismo más severo tienen capacidad de aprender algunas habilidades adaptativas.
El autismo forma parte de los llamados trastornos generalizados del desarrollo.
En estos trastornos no sólo se produce un retraso del desarrollo, sino un desarrollo atípico, con amplia alteración de las funciones.
La mayoría de los niños con trastornos generalizados del desarrollo también sufren retraso mental (cociente intelectual inferior a 70).
Dentro de los niños con autismo, existe un amplio espectro de gravedad, teniendo algunos síntomas más graves y otros más leves.
Los déficits en la interacción social son probablemente los más característicos y específicos de los niños con autismo. Desde pequeños los niños no responden a los gestos y miradas de la gente a su alrededor, no buscan el contacto con otras personas, prefieren jugar en solitario.
También, suelen presentar problemas serios en el lenguaje comunicativo verbal y no verbal, frecuentemente no tienen un lenguaje inteligible o repiten las palabras que oyen (ecolalia), alteran el orden de las palabras o las usan con significados particulares para ellos.
Es fundamental el trabajo de los padres para ayudar a su hijo y buscar los servicios necesarios disponibles en su área.
Existen asociaciones de padres de niños con autismo que son muy útiles para organizar y distribuir los recursos.
Ser comprensivo y recordar que son niños diferentes a los demás puede servir de ayuda, son niños muy inteligentes, capaces de salir adelante y, en definitiva, ellos te ayudan a cambiar el concepto de la vida
La ayuda profesional, es el siguiente paso, ya que el tratamiento conductual reduce los comportamientos no deseados, promueve el lenguaje y la interacción social y, además, aumenta habilidades que fomentan la independencia.
Puede que las personas con autismo, se comporten, comuniquen, interactúen y aprendan de maneras que son distintas a las de la mayoría de las personas.
Muchas veces no hay nada en su apariencia que las distinga de las demás. Las capacidades de las personas con TEA pueden variar de manera significativa.
El Trastorno del Espectro Autista, aparece antes de los tres años de edad y pueden durar toda la vida, aunque los síntomas podrían mejorar con el tiempo.
Algunos niños muestran síntomas de autismo en los primeros 12 meses de vida. En otros, puede que los síntomas no aparezcan hasta los 24 meses o después.
También , pueden adquierir nuevas destrezas y alcanzan indicadores del desarrollo hasta alrededor de los 18 a 24 meses de edad, y después dejan de adquirir nuevas destrezas o pierden las que ya tenían.