El boxeador mexicano Canelo Álvarez ha disputado una infinidad de batallas durante su exitosa carrera.

Empero si hay un competidor que ha quedado marcado como su enorme oponente es Gennady Golovkin.

Con quien sostendrá un tercer pleito

Y aparentemente el último el próximo 17 de septiembre en Las Vegas, Nevada

Este enfrentamiento tiene tintes de va a ser una verdadera contienda

De cara al cierre de la trilogía, los dos púgiles han dejado claro el rencor que sienten uno por el otro.

Es por esto que la lucha

Se ha convertido en una guerra de declaraciones en las que dejaron ver el repudio que sienten por el otro y las triunfas de destrozarse en el cuadrilátero.

El trueque de palabras no fue nada agradable ni con respeto

Se han dicho groserías y hasta han amenazado con terminar con la carrera del otro. La T-Mobile Arena vivirá un enfrentamiento plenamente increíble.

“¿Honesto? No, es un idiota, no honesto. Él pretende ser una buena persona y ser distinto, empero no lo es. Habla mucha mierda de mí. Plantea que me respeta a mí y a mi carrera, empero en otras piezas plantea que soy una vergüenza como boxeador y para el boxeo mexicano. Ante mí plantea que me respeta, por esa razón odio al hijo de puta”, manifestó Saúl Álvarez hace unas semanas en plática con TMZ Sports.

La historia entre ambos peleadores se remonta al 2011, una vez que han realizado una sesión de sparring en Big Bear, California. Álvarez apenas poseía 20 años y se había convertido en el campeón superwélter del Consejo Mundial de Boxeo, en tanto, Golovkin poseía 29 años y dominaba en la separación de peso mediano de la Sociedad Mundial de Boxeo.

Los senderos de los dos peleadores se retornó a hallar para el 2015, una vez que el Canelo derrotó a Miguel Cotto y le arrebato el campeonato mediano del Consejo Mundial de Boxeo, entonces se definió que el primer retador forzoso de Álvarez era GGG. El mexicano no admitió que el enfrentamiento fuera bajo los términos del kazajo y tomó la decisión de dejar vacante el cinto. El enfrentamiento se aplazó.

La riña ya era vista como un ‘agarrón’ de esta forma que un año después se encontrarían en el encordado y después de 12 asaltos los jueces entregaron tarjetas de 118-110, 113-115 y 114-114, un empate por elección dividida, más personas aseguraron que GGG había ganado con claridad.

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 “Nunca voy a mencionar que no declaré algo, únicamente pienso que esta es una riña auténtica para el planeta del boxeo. No pienso que haya una rivalidad personal, empero el 17 de septiembre vamos a vernos en el ring y a resolverlo. Cualquier peleador desea triunfar, sin lugar a dudas, en especial tiene el quiero de propinarle una derrota a Canelo, cualquier cuenta pendiente va a ser resuelta aquel día”, afirmó el kazajo el pasado 27 de junio.

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