De la mano de una DC a la que le está costando horrores emular con sus superhéroes los éxitos de Marvel, llega la película DC Liga de Supermascotas.
El protagonista es Krypto, el perro que, en esta versión de la historia, se coló en la nave de Jor-El segundo antecedente de que su mundo natal fuese acabado. De esta forma, Superman va constantemente en compañía de su fiel camarada canino que, además, tiene los mismos superpoderes que él
Las cosas se comienzan a torcer para el canino una vez que Superman comienza a salir con Lois Lane y su exclusivo amigo le comienza a dejar de lado. Simultáneamente, una villana menos terrorífica y carismática imposible urde una estrategia para dominar el planeta, que pasa, lógicamente, por el deceso de Superman y que proporciona, como efecto colateral, superpoderes a otros animales que se van a convertir en los nuevos compañeros; la mayor parte de los cuales tampoco serían menos carismáticos y originales
Se debe resaltar que Krypto sí que es un óptimo protagonista para la cinta DC Liga de Supermascotas. Es un compadre continuamente fiel a su propietario. Un problema interno, la lección que tiene que aprender, es bastante interesante y es una meditación interesante que puede educar a los chicos en ser menos tóxicos y envidiosos
Aunque lo cierto es que dicha transformación del protagonista se da de forma casi espontánea y no viene dada por el desarrollo de los acontecimientos de la cinta. Él aprende “durante” el viaje, empero no gracias al viaje. Es este el problema primordial de la cinta: los sucesos y la evolución de las interacciones del protagonista con otros personajes no poseen nada que ver con el que fingía que iba a ser el asunto central de la historia, lo cual resulta en una cinta con la que es complicado entablar ningún compromiso emocional y plagada de giros de guion un tanto vagos; solo salvada por su buen sentido del humor.