La Película “ Top Gun ” mencionaba el titular, con una enorme fotografía del interior de la cabina de un avión de enfrentamiento F-14. La historia comenzaba: “El 2 de marzo y a 40.000 pies (casi 12.200 metros) sobre California, constantemente es mediodía”
“Vi dicha portada y mencioné: ‘Tenemos que hacer esto. Se ve genial’”, rememora Bruckheimer. “Es ‘Star Wars’ en la Tierra”
Y en la taquilla, “Top Gun” casi alcanzó las proporciones de “Star Wars”. Ha sido la cinta No. 1 de 1986, una sensación impulsada por cohetes y alimentada con testosterona que estableció a Tom Cruise, entonces de 24 años, como una gigantesca estrella. Puso de moda las chaquetas “bomber”, los lentes de sol de aviador y los partidos homoeróticos de voleibol de playa en jeans, así como el servicio militar. En la época patriotera de Ronald Reagan, “Top Gun” era lo más de Estados Unidos viable. La Armada instaló mesas de reclutamiento en los cines y las cifras de alistamientos se dispararon
Pero casi 4 décadas luego y, tras quedar engavetada a lo largo de 2 años gracias a la enfermedad pandémica, “Top Gun: Maverick” vuela a toda rapidez hacia un nuevo mundo
Hay una totalmente nueva tarea que triunfar y combates aéreos que librar. Sin embargo, esta vez, la labor de “Top Gun” se siente todavía más relevante. Está aquí para enseñar, en un mundo de CGI (gráficos causados por computadora) y de Marvel, que una marca de cine propulsora impulsada por el poder de una estrella, los efectos prácticos y la agilidad cinematográfica aún puede convocar la necesidad de adrenalina.