El Ministerio de Custodia de Rusia, por su lado, confirma que fueron «nacionalistas» ucranianos quienes impidieron que los civiles salieran de las localidades.
Los dos territorios siguen negociando para que cesen los ataques y se logre reestablecer el corredor humanitario.
Rusia había anunciado el cese al fuego en la mañana del sábado, con la intención de permitir la retirada de civiles en las localidades de Mariúpol y Volnovaja, en el sureste de Ucrania, que están sitiadas por tropas rusas.
La iniciativa era producir un corredor humanitario por medio del cual entre 7.000 y 9.000 personas, según cálculos de las autoridades ucranianas, tengan la posibilidad de huír hasta Zaporiyia.
La retirada estaba programada para empezar a las 11:00 am hora de la localidad. No obstante, el concejo de Mariúpol divulgó un mensaje en Telegram mencionando que en la zona de Zaporiyia, donde debería concluir el corredor humanitario, aún había combates.
Serhiy Orlov, alcalde delegado de Mariúpol, le mencionó a la BBC que su metrópoli seguía siendo atacada.
«Los rusos continúan bombardeándonos y utilizando artillería. Es una locura», comentó Orlov.