La buena. En la encuesta de enero que aplica El Financiero, obtuvo un 60 por ciento de aceptación, cifra que es bastante positiva puesto que está bastante más de 6 aspectos por encima del porcentaje que votó por él en las elecciones.
La mala. Bajó 7 aspectos en relación al asentimiento que había obtenido en el último mes del año. Hablamos de la baja más relevante para un solo mes a partir del segundo trimestre de 2019.
Los detractores de López Obrador consideran que este cambio tan fundamental significa algo equiparable a eso que le ocurrió a Enrique Peña Nieto en los últimos meses de 2014, tras los sucesos de Ayotzinapa y el acontecimiento de la ‘casa blanca’.
Los defensores del mandatario consideran que hablamos de un hecho que sencillamente alinea el asentimiento presidencial al grado del año pasado, después de los bastante buenos meses del último trimestre, sin embargo, no consideran que se intente un cambio de tendencia.
Por lo rápido, no comprendemos lo cual signifique este resultado en la aceptación presidencial.
Sin embargo, lo cual sí es un hecho es que las cifras no alcanzaron a integrar el impacto de la revelación de la vivienda en la cual vive José Ramón López Beltrán.
Si dichos hechos van a tener un efecto en la aceptación presidencial, se reflejarán en los datos del próximo mes.