El incremento abrupto de Morena por la fama del mandatario Andrés Manuel López Obrador, su fundador, abandonó a los partidos en una penumbra a partir de la cual operan en 3 senderos: como opositores con esporádicos éxitos, como veletas políticas en alianzas convenientes o como mercenarios para favorecer a la fuerza gobernante.
“En las elecciones que habrá este año en 6 estados —Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamulipas— se ve bastante claro”, notó José Fernández Santillán, analista político del Instituto Tecnológico y de Estudios Mejores de Monterrey.
En días anteriores otorgó la embajada española al ex gobernador de Sinaloa Quirino Ordaz, pese a que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el cual continuamente ha militado, intimidó con expulsarlo.
A la ex gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, además priista la denominó cónsul en Barcelona por las mismas fechas. Y ella admitió.
Los partidos de contraposición fueron más congruentes en el congreso a partir de que en elecciones intermedias de 2021 Morena perdió la mayor parte calificada y se confronta con posturas contrarias para sus proyectos más relevantes que requieren cambios constitucionales.