8 días luego de las fiestas de Año Nuevo, Luis Alejandro Filio Briseño, inició a sentir los primeros indicios de la coronavirus en su cuerpo humano. El especialista en aplicaciones y soporte técnico para la zona clínico percibió el progreso del malestar mientras avanzaba su jornada gremial por lo cual a la mañana siguiente acudió a desarrollarse una prueba coronavirus en una farmacia.
El resultado del examen de antígenos ha sido positivo y con ello comenzó un segundo reto: tramitar su imposibilidad gremial frente a el Instituto Mexicano del Seguro Social. Su prueba no correspondió a un laboratorio de alusión de esta forma que tuvo que someterse a una prueba avalada por el Instituto Mexicano del Seguro Social para tramitar su baja temporal por patología.
Transcurrido aquel plazo, y ya sin indicios evidentes, el adolescente de 34 años regresó a su trabajo tras ofrecer negativo en una prueba de antígenos. “Los que siguen laborando absorben el trabajo de los otros temporalmente. Luego de mí se enfermaron otros 2 compañeros, entonces se quedó el sector desprotegida, por esa razón ya poseía la urgencia de recibir el alta médica”, admite.
Como especialista en ofrecer soporte técnico a organizaciones de sanidad, Filio Briseño amonesta de que sus consumidores además permanecen realizando malabares frente a la carencia de personal por la enfermedad pandémica.