Todo sobre la Hipertensión

Sinopsis

Hipertensión arterial es un trastorno por el cual los vasos sanguíneos tienen persistentemente una tensión elevada. La sangre se distribuye desde el corazón a todo el cuerpo por medio de los vasos sanguíneos. Con cada latido, el corazón bombea sangre a los vasos. La tensión arterial se genera por la fuerza de la sangre que empuja las paredes de los vasos sanguíneos (arterias) cuando el corazón bombea. Cuanto más alta es la tensión, más dificultad tiene el corazón para bombear.

La hipertensión es un trastorno médico grave que puede incrementar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, cerebrales, renales y otras. Esta importante causa de defunción prematura en todo el mundo afecta a más de uno de cada cuatro hombres y una de cada cinco mujeres, o sea, más de 1000 millones de personas. La carga de morbilidad por hipertensión es desproporcionadamente alta en los países de ingresos bajos y medianos, en los que se registran dos terceras partes de los casos, debido en gran medida al aumento de los factores de riesgo entre esas poblaciones en los últimos decenios.

 

Síntomas

Muchas personas con hipertensión no experimentan síntomas y pueden ignorar que tienen un problema. Los síntomas pueden incluir cefaleas por la mañana temprano, sangrado nasal, ritmo cardíaco irregular, cambios en la visión y zumbido en los oídos. Formas más graves pueden incluir fatiga, náuseas, vómitos, confusión, angustia, dolor en el pecho y temblor muscular. Si no se trata, la hipertensión puede causar dolor de pecho persistente (llamado también angina de pecho), ataques cardiacos, insuficiencia cardiaca y arritmia cardiaca, que puede dar lugar a muerte súbita.

Además, la hipertensión puede provocar accidentes cerebrovasculares al obstruir o reventar arterias que llevan la sangre y el oxígeno al cerebro, y lesiones renales que podrían ocasionar insuficiencia renal. La hipertensión causa daños en el corazón debido al endurecimiento de las arterias y la disminución del flujo sanguíneo y el oxígeno hacia el corazón. 

La hipertensión se detecta mediante una prueba rápida e indolora. Se la puede realizar en el hogar, pero un profesional sanitario puede ayudar a evaluar cualquier riesgo o trastornos conexos.

La reducción de los factores de riesgo modificables son la mejor manera de prevenir la hipertensión y las enfermedades asociadas del corazón, el cerebro los riñones y otros órganos. Esos factores incluyen las dietas malsanas (consumo excesivo de sal; dieta rica en  grasas saturadas y grasas trans; bajo consumo de frutas y hortalizas), inactividad física, consumo de tabaco y alcohol, sobrepeso u obesidad.

Por otra parte, existen factores de riesgo no modificables, por ejemplo, antecedentes familiares de hipertensión, más de 65 años de edad y enfermedades concomitantes tales como diabetes o nefropatías. Para las personas expuestas a factores de riesgo no modificables o hereditarios es doblemente importante evitar los factores de riesgo relacionados con las dietas y los hábitos.

La hipertensión se puede abordar mediante medidas orientadas a reducir y gestionar el estrés mental; controlar la tensión arterial y consultar con profesionales sanitarios periódicamente; tratar la tensión arterial elevada; y gestionar otros trastornos de salud. El abandono del consumo de tabaco y del consumo nocivo de alcohol, así como las mejoras en la dieta y la actividad física pueden contribuir a reducir los síntomas y los factores de riesgo de la hipertensión.