Al acercarse la Navidad, no podemos evitar preguntarnos; “¿Donde nació de verdad el «niño Jesús»?”, ¿Es cierto que no nació el 25 de diciembre?.
La festividad que se crea en vísperas decembrinas en torno a la navidad tal y como la viven los cristianos, católicos, protestantes o evangélicos es hoy más bien una leyenda según los expertos en estudios bíblicos.
Esta historia que conocemos hoy día del nacimiento de Jesús cuenta que, nació en invierno, en un pesebre, entre animales que le ofrecían calor, adorado por tres reyes de Oriente que le llevaron de regalo oro, incienso y mirra.
No nació el 24 de diciembre, por el simple hecho de que en ninguno de los textos evangélicos se habla de esa fecha. En la Edad Media había grandes libertades en los templos. Por esta razón, los expertos aseguran que los distintos Papas, a largo de la historia, eligieran el 25 de diciembre para conmemorar el nacimiento de Jesús con el fin de que los fieles cristianos se apartaran de las celebraciones paganas del solsticio de invierno.
Existen dos grandes razones por las que Jesús no podría haber nacido en Belén.
Realmente es fácil de deducir. Porque los apellidos en la Antigüedad venían principalmente de los padres o del lugar de nacimiento, por lo que debería llamarse «Jesús de Jose» o «Jesús de Belén» y en todos los datos aparece como Jesús de Nazaret.
Así como también en el evangelio de Marcos y el de Juan. Ellos inician el relato de la vida de Jesús cuando era ya adulto. Dan por hecho que Jesús y toda su familia eran oriundos de la aldea de Nazaret tan pequeña que no aparece en los mapas de aquel tiempo.
Aún así, no se sabe que hizo Jesús antes de los 30 años.